Una carrera deportiva marcada por un continuo afán de superación
El palista sanluqueño Pablo Baños, que el domingo se quedó a las puertas de la gloria en Singapur, es un experto en resurgir de sus cenizas
CÁDIZ. Actualizado: GuardarDesesperanzado, roto y con la moral por los suelos. Así se encuentra Pablo Baños tras un desafortunado fin de semana en Singapur. Y no es para menos, ya que el sanluqueño era un firme aspirante a luchar por el oro en K-2 en el Mundial de Piragüismo de Maratón, competición que tuvo que abandonar debido a una avería en el timón y que al final acabó en manos de sus compañeros y amigos Walter Bouzán y Álvaro Fernández Fiuza, también españoles.
Participante en los Juegos Olímpicos de Atenas allá por el año 2004, Pablo Baños ha sido un claro ejemplo de superación después de todas las lesiones sufridas. Sin ir más lejos, su palmarés se engalana con Campeonatos de Andalucía y excepcionales actuaciones en Campeonatos y Copas de España. Todo ello sin olvidar el título de subcampeón europeo en K-2 1.000 en 2004.
Por si fuera poco, ahora, cuando formaba una dupla de ensueño con el zamorano Emilio Merchán, el palista sanluqueño sufre este nuevo revés y ve desvanecerse la opción de disputar otros Juegos Olímpicos, los del próximo año en Londres.
«Era un honor participar en este Mundial junto a Emilio Merchán. Es una ventaja tener a un maestro como él, pues es uno de los mejores del mundo», señala el de Sanlúcar de Barrameda. Al fin y al cabo, una percepción que es recíproca, ya que el propio Merchán, uno de los más grandes de la categoría, no ha tenido inconvenientes en declarar: «Aunque es un novato en la disciplina de largas distancias, Pablo Baños es un palista de gran calidad, que ha luchado mucho, sin escatimar ni un esfuerzo. Además, ha aprendido muy rápido y, pese al inconveniente sufrido, tiene mucho que hacer en este deporte».
«Es un desencanto enorme porque tenía muchas esperanzas puestas en la cita», destaca al término de la prueba Pablo Baños, que ahora debe volver a mirar al futuro con optimismo. Y es que, como ya él advirtió en su momento: «La psicología es vital en el piragüismo».