Urgencia europea
La seriedad de la crisis requiere medidas de gran calado en vez de pequeños parches
Actualizado: GuardarLa solución a la crisis del euro pasa por el fortalecimiento del gobierno económico europeo. Hasta ahí todos están de acuerdo. Pero mientras la moneda única sufre su peor crisis y la economía global se sitúa al borde de precipicio, los líderes de la Unión Europea siguen sin ofrecer una solución común y completa. La cumbre del domingo pasado no llegó a un acuerdo satisfactorio y hoy continúa, después de que el Parlamento alemán haya votado sobre una propuesta de ampliación del fondo de rescate hasta un billón de euros. Está por ver si esta nueva medida inspira suficiente confianza e interrumpe el contagio desde la quebrada Grecia al resto de países endeudados. En estas horas, los mercados apuntan a Italia como la siguiente economía sospechosa de no poder financiarse debido a su elevado endeudamiento. El hecho de haber tenido que pasar por el legislativo alemán primero para autorizar la nueva medida europea indica que la resolución de la crisis depende en buena medida de la pericia política y el grado de europeísmo de Angela Merkel. La canciller ha conseguido el aumento del tamaño del fondo de rescate a cambio de dar la razón en su país a aquellos que no quieren cambiar la misión del Banco Central Europeo y convertirlo en un prestamista de último recurso, por el miedo histórico alemán a la inflación, lo que hace más cara la factura de los rescates. No obstante, también influyen en los mercados la actitud del francés Nicolas Sarkozy, deseando dar con la puerta en las narices a David Cameron y separar todavía más al Reino Unido de la UE, una mala estrategia porque divide a la Unión de 27 países. Asimismo, la incapacidad del Silvio Berlusconi, desprestigiado y a punto de dejar la política, para tomar decisiones en el corto plazo que reformen la economía italiana es interpretada como un síntoma de debilidad del conjunto de la periferia del euro. La seriedad de la crisis requiere medidas de gran calado y abandonar por tanto la mentalidad de pequeños parches y de ir a remolque de los acontecimientos. Está por ver si la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno hoy en Bruselas conseguirá este objetivo.