Como dejar de ser Durán

Sostiene el mediático Durán Lleida que cualquiera es libre de acudir a un psicólogo para cambiar su orientación sexual y provoca un gran revuelo. Lo curioso es que ha dicho una gran verdad, se es libre de eso y de acudir para cualquier cosa que le plazca como convencerse de que existe un remedio para la maldad o la calvicie. Allá cada uno con sus consultas al psicólogo. Lo curioso, realmente, es que el señor Durán no advierta al pobre paciente que lo más seguro es que esté tirando su dinero -tan buen gestor que es él, déficits catalanes aparte- o su tiempo (que, por lo visto, le sobra a Durán para meterse de muerto en la boda y novia en el entierro). Yo, acostumbrado como andaluz que soy a que nos collejeen ciertos personajes que cobran sueldo de políticos pero que actúan más bien de showmans agitadores, le recomiendo a él que acuda también a un psicólogo para que cambie su orientación o personalidad y se convierta en otra persona menos al estilo Mouriño (meter el dedo en el ojo cuando no toca) y más al estilo del publicitado «seny» catalán del que no parece haber sido ungido en él a pesar de su nacimiento en esa tierra a la que, en mi lejana opinión, no hace un favor al convertirse en el Durán que es hoy.