ESPAÑA

A CARA DESCUBIERTA

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Los portavoces de la banda terrorista ETA no se han quitado las capuchas y es normal. No se han disuelto. No han acatado la ley. No han acatado la doctrina de la reinserción social que ofrece generosamente la legislación española para los penados de la banda terrorista.

Han escondido detrás del comunicado las palabras que están en la resolución que cocinaron para ellos, o que cocinaron con ellos. Las palabras que la resolución muestra solo un poquito, pero cuyo eco no dejaremos de escuchar en los próximos meses dentro de una estrategia de banalización e irresponsabilización de la estrategia cruel del mal que ha marcado la vida de dos generaciones en nuestro país.

Al menos ya no resulta eficaz matar en su estrategia, aunque no han dejado de tener pálpito totalitario. Como en los videojuegos, hemos superado una pantalla y los que seguimos a cara descubierta deberemos desenmascarar cada nueva trampa y cada nuevo truco, cada nueva amenaza que buscará contradicciones entre los ciudadanos y los representantes políticos de los partidos democráticos, porque buscar, buscan impunidad.

Cambia el escenario de un juego que sigue estando lleno de crueldad por parte del mundo de ETA, pero es lo que hay. Como pondrán a juego nuestro temple y nuestra inteligencia política y moral, ojalá en esta fase de juego les obliguemos a asumir la condena de la historia del terror, la asunción de su importante responsabilidad en tantos años de miseria interna para la sociedad vasca y navarra. Ojalá consigamos que no banalicen la verdad del destrozo y que no consigan convertir en desecho de la historia a los inocentes que vivieron el infierno del acoso, la persecución, la muerte social, la indiferencia, la extorsión económica, la huida de sus casas o los brutales atentados.

Lo mejor: la espontánea reacción de emoción y cariño hacia las víctimas del terrorismo de toda la sociedad española. Los mejores sentimientos afloraron en los ojos y en las palabras de periodistas curtidos en mil crónicas y en los mensajes de ciudadanos que querían hacer llegar su abrazo a los que llevaban en su corazón desde que el zarpazo del dolor los desbaratara. El agradecimiento a las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, jueces y fiscales. Los de ETA llevaron a la opinión pública al borde de un ataque de nervios en las últimas semanas, pero ahora, por favor, sacudámonos la euforia y respetemos los tiempos de la reflexión y la actuación sensata y prudente por parte de todos. Aunque sea tiempo de campaña. Cuiden las metáforas durante la campaña. Por favor no defrauden la energía de tanta gente de buena voluntad que desea confiar en sus líderes.