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El mal olor de la calle Real no se debe a las obras del tranvía, según la Junta
Un informe de Obras Públicas culpa del problema a la estación de bombeo de Bahía Sur, que emite agua con una concentración de sulfuro demasiado elevada
Actualizado: GuardarLa existencia de olores en la calle Real y más concretamente entre la plaza del Rey y la Venta de Vargas, no está provocada por la nuevas canalizaciones acometidas con motivo de las obras del tranvía. Dichas canalizaciones son receptoras de un vertido con alta concentración de sulfuros procedente de la estación de bombeo de Bahía Sur, según se desprende de un estudio encargado por la Junta de Andalucía a la empresa especializada DBO5 y de cuyos resultados ha sido informado el alcalde de San Fernando, José Loaiza, mediante un escrito remitido por el delegado de Obras Públicas, Pablo Lorenzo.
En dicho escrito se explica, según las conclusiones del referido estudio, que los olores los produce la alta concentración de sulfuros del agua que entra en la red proveniente de la calle Isaac Peral, que recoge el agua de la estación de bombeo de Peri Junquera. Estos sulfuros dan valores 100 veces por encima de los permitidos por la ordenanza municipal y otras normas de referencia, es decir, 500 partes por minutos (pmm) frente a las 5 pmm establecidas como límite.
Según se explica, los sulfuros, al airearse el agua, pasan al aire como gas sulfhídrico en concentraciones mayores a 200 ppm, cuando los límites contemplados en la normativa lo sitúan entre 10 y 20 ppm, desapareciendo el agua una vez en el aire.
En el escrito al alcalde de San Fernando, Pablo Lorenzo asegura que este problema ya existía con anterioridad a la actuación de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda en la calle Real con motivo de las obras del tranvía, dado que la Administración autonómica se ha limitado a sustituir una tubería de hormigón por otra de gres y poner una más en paralelo, de PVC, para las aguas pluviales, con un diseño consensuado y aprobado por los servicios municipales. Asimismo indica que, según testimonios de técnicos de la obra, en la operación de renovación del saneamiento de la calle Real se ha podido observar el efecto corrosivo de la oxidación a ácido sulfúrico del sulfuro de hidrógeno por la acción de bacterias que se desarrollan en las paredes de los conductos, llegando a carcomer el hormigón y, posteriormente, el armazón de acero de las tuberías.
Una vez detectado el problema, los estudios realizados destacan como solución más viable la eliminación o disminución de los sulfuros en origen mediante desodorización de las Estaciones de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR).
En la misma carta se precisa que, a juicio de los técnicos consultados, la instalación de chimeneas, tal como se ha sugerido, no son efectivas, dado que el sulfhídrico pesa más que el aire y las extracciones deberían ser forzadas, con el posterior descenso del gas a la calle. También se ha estudiado la canalización con sifones, lo que ya se está realizando. No obstante, para su eficacia, se hace necesario que los sifones estén llenos de agua constantemente y, con el calor, el agua se puede evaporar y dejar pasar el olor.