LA HORA DE LA MEMORIA
La mejor forma de gozar de la libertad recobrada es seguir luchando por ella
Actualizado: GuardarEn estos momentos en los que, a pesar del lenguaje inaceptable que ETA vuelve a utilizar en su comunicado, parece que estamos ante su desaparición, ante el reconocimiento de su derrota, quisiera, en primer lugar, tener un recuerdo para las víctimas. Las víctimas del terror de ETA, todos los guardias civiles, policías, militares, ertzainas, ciudadanos sencillos, periodistas, jueces y políticos del PP y del PSOE son los que ponen color de horror al anuncio hecho hoy por ETA: ¡tanto dolor para esto!
ETA sigue insultando a las víctimas asesinadas en el comunicado en el que anuncia su cese, porque sigue hablando de conflicto armado, porque dice que se ha llegado a la situación actual gracias a la lucha armada, porque sigue reclamando el reconocimiento de la Euskal Herria en cuyo nombre ha matado. Sigue, en el momento de su desaparición, en el momento de la derrota que no se atreve a llamar por su nombre, maltratando a las víctimas, insultando a los asesinados, vejando la memoria y la dignidad de los asesinados. El lenguaje del mismo comunicado de ETA es un aviso de todo lo que queda por hacer para seguir defendiendo la libertad. Es preciso conquistar el lenguaje. No puede ser que se pueda seguir hablando de confrontación armada, como si hubieran existido dos bandos en guerra, porque no es verdad. No puede ser que se siga diciendo que la situación actual es fruto de la lucha armada de ETA, porque no es verdad. No puede ser que alguien diga que todos salimos ganando, porque no es verdad: siempre hay alguien que pierde.
ETA ha acabado. ETA ha sido derrotada. Aunque no sea capaz de reconocerlo, aunque lo camufle. Y la ha derrotado el Estado de derecho, lo que más odia. Pero los peligros para la libertad no desaparecen. Están en todos aquellos proyectos que no terminan de tomarse en serio lo que significa que la sociedad vasca es plural y compleja. Los peligros para la libertad están en todas aquellas ideas que presuponen, lo confiesen o no, una sociedad vasca homogénea en la identidad, en el sentimiento de pertenencia. Están en todas aquellas ideas que sienten pavor ante el mestizaje, la complejidad, la libertad de identidad, la libertad de sentimiento de pertenencia.
Y junto con la defensa de la libertad, y a su servicio, está el trabajo de memoria. No puede ser que las víctimas y sus verdugos sean colocados en el mismo plano de valoración. No puede ser que alguien piense que los verdugos forman un bando y las víctimas otro, dos bandos iguales en una guerra civil. No puede ser que, ahora que acaba ETA tratemos de hacer como si ETA no hubiera existido, como si esa historia fuera un sueño. No puede ser que pretendamos construir el futuro de la sociedad vasca, su futuro político, como si la historia de terror de ETA y sus motivaciones no estuvieran ahí, como recordatorio de lo que no puede ser nuestro futuro. La mejor forma de gozar de la libertad recobrada es seguir luchando por ella. Aunque se rían de nosotros.