NOS VAMOS DE COPA

Hace unos días tuvo lugar el sorteo de la tercera eliminatoria de la Copa del Rey. Una competición más amañada por la Federación Española de Fútbol y por los grandes clubes profesionales.

Es normal que los 'grandes' intenten cualquier artimaña para obtener sus éxitos deportivos y beneficios económicos, lo que no debería ser tan normal es que la Federación Española no vele por los intereses de los clubes modestos. Y digo todo esto porque como todos sabemos, las dos primeras eliminatorias la han disputado clubes de Segunda, Segunda B y Tercera. Los de Segunda se han enfrentado entre ellos y los de Segunda B, con los de Terceras y ambas a partido único.

Así que ahora que casi todos los pequeños han desaparecido entran en competición los de Primera, pero ahora ya no a un solo partido, ahora a doble vuelta.

Es decir que un modesto que ha tenido que pasar dos eliminatorias y que tal vez las ha pasado jugándolas fuera de su ciudad, cuando por fin le toca el 'gordo' y se puede ver ante un Madrid o Barcelona, lo hará ya a doble partido, jugándose el primero en el campo del más humilde. Con lo que seguramente los merengues o los culés, llevarán a ese primer choque a tres o cuatro jugadores reservas del primer equipo, acompañado de otros cuatro o cinco futbolistas del filial. Y por tanto esa taquilla suculenta que le podría salvar la temporada al pobre Isla Cristina o Ponferradina, se quedará en nada cuando los aficionados de esas localidades conozcan los jugadores que desplazaran los madridistas o catalanes. Porque los grandes saben que si la cosa sale mal, luego ya en el Bernabeu o en el Nou Camp, solventarán la papeleta, salvo catástrofe como la ocurrida con el famoso alcorconazo.

Una injusticia más que soportan los modestos del fútbol español, a los que ya no les dejan ni si quiera horas libres para jugar los fines de semana sin que coincida con un partido de Primera.