Samuel contradice a Carcaño y se desvincula del crimen
El joven afirma que contó su participación debido a las amenazas y coacciones policiales
SEVILLA Actualizado: GuardarLa tercera sesión del juicio por la desaparición de Marta del Castillo no se ha salido del guión previsto y el segundo imputado, Samuel Benítez, ha desmentido la versión ofrecida el martes por su amigo Samuel Carcaño y ha asegurado que el 24 de enero no estuvo en ningún momento en la casa de la calle León XIII donde se produjeron los hechos, ni supo lo que le había pasado a la adolescente. Asimismo, ha sido tajante al decir que desconoce el paradero del cuerpo, pregunta con la que el fiscal está terminando todos sus interrogatorios. “Ni sé dónde está el cadáver ni le he preguntado a nadie dónde está”.
Durante cerca de una hora y media, Samuel se ha mostrado desafiante, e incluso con cierto deje de chulería, al relatar como ese día estuvo con otra pandilla celebrando un cumpleaños hasta tarde, y que no estuvo solo ni cinco minutos. Según explicó, sobre las 11 de la noche recibió una llamada de una amiga de la adolescente informándole que ésta no aparecía y que tampoco conseguían localizar a Miguel, con quien había estado por la tarde. Trató de localizar entonces a su amigo a través de otro teléfono -el suyo no tenía saldo- y cuando Carcaño le devuelve la llamada éste le cuenta que la había dejado en su casa sobre las 21.30 horas, por lo que en principio se queda más tranquilo. No obstante, cuando posteriormente sigue recibiendo llamadas de otras amigas informándole que están buscando a la chica, se suma al dispositivo de búsqueda al poco de llegar a su casa de Sevilla, sobre las 4 de la madrugada.
Tras ser detenido el 14 de febrero de 2009, prestó declaración en la Policía y reconoció que tiraron el cuerpo al río. Sin embargo, hoy ha explicado que todo lo dicho entonces no es cierto y que lo contó bajo presiones policiales -como agarrones de cuello o golpes- y amenazas acerca de lo que le podía pasar a su familia o a su novia, e incluso sin ser informado de sus derechos constitucionales pese a estar asistido por un letrado. “Pensé además que tenía pruebas para demostrar más tarde que todo era falso”, afirmó.
Los policías le iban diciendo paso por paso lo que había ocurrido “y yo solo tenía que asentir”. La presión policial fue tal que los agentes llegaron a dibujar un croquis de un puente desde el que tenía que decir que arrojaron el cuerpo al río.
Samuel sólo ha titubeado cuando le han hecho escuchar dos conversaciones telefónicas con su madre cuando ya estaba detenido en la que llega a decir “cuando a Miguel le descubrieron”, expresión que tampoco ha sabido explicar. Tampoco ha sabido justificar por qué no preguntó a Miguel por qué no participaba en la búsqueda de Marta, pese a la relación que les había unido. Y cree que Carcaño le inculpa porque averiguó que estaba colaborando con la Policía para intentar sacarle algún dato.
La coartada del hermano
Tras la declaración de Samuel ha llegado el turno para el segundo acusado, Francisco Javier Delgado, hermano mayor de Miguel, quien también ha negado haber participado en el traslado del cuerpo y ha aportado el testimonio de su exesposa, con la que estuvo cenando en compañía de su hija de corta edad a la hora en la que, según Miguel, se produjo la operación para sacarlo del piso.
La actual novia y tercera imputada, María García, para quien el fiscal pide cinco años de cárcel, ha declarado hasta ahora que llegó al piso a las 00.15 horas, estuvo estudiando en un sillón tipo relax del salón hasta las 02.00 horas, cuando llamó a su novio y le comentó que se estaba quedando dormida y se iba a acostar. A continuación, ha asegurado que no oyó ni vio nada extraño.
El Ministerio Público solicita para el hermano de Carcaño tres años de prisión por el delito de encubrimiento, tres años por un delito de amenazas al 'Cuco', y dos años por el delito contra la integridad moral, mientras que para María pide tres años de cárcel por un delito de encubrimiento y dos por un delito contra la integridad moral.