El catamarán abordado cargaba nueve millones de euros en cocaína

Destino: Almería. El catamarán interceptado a casi 200 millas al oeste del Cabo de San Vicente, cargado con 300 kilos de cocaína, iba a atracar en algún puerto deportivo de esa provincia andaluza. A esa conclusión llega la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional ya que uno de los detenidos viajó recientemente desde Dubai hasta Almería para esperar allí un cargamento que nunca llegó. Ese detalle de la investigación policial fue aportado ayer por el comisario jefe de la citada brigada, Francisco Migueláñez, quien presenció la llegada del velero a la base militar de Puntales, Cádiz, donde se produjo al mediodía la descarga de la droga.

Como ya adelantara este medio en su edición de ayer, la operación policial se ha saldado con la detención de cinco personas, los tres tripulantes del barco y los dos organizadores del transporte. Estos últimos fueron apresados en suelo almeriense. «De forma simultánea», relataba ayer el comisario Migueláñez, mientras efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) abordaban el velero en alta mar, compañeros de la brigada de estupefacientes practicaban las detenciones en Almería y realizaban un registro domiciliario. Además de incautarse de documentación que podría servir para ahondar más en la organización criminal, los funcionarios requisaron unos 56.000 euros en metálico.

También ayer se confirmó que los cinco detenidos son de nacionalidad británica; si bien uno de ellos es de origen colombiano. El catamarán, que se encuentra ahora atracado en el muelle gaditano, partió «de algún punto del Caribe». Cuando se aproximaba a la península ibérica, la Policía Nacional lo esperaba pero necesitó de la ayuda de Vigilancia Aduanera e incluso de aviones militares del ejército portugués para realizar el abordaje. Esta coordinación de fuerzas internacionales fue puesta en valor por el comisario jefe Migueláñez, ya que evidencia un trabajo común en la lucha contra el narcotráfico.

La cocaína viajaba oculta en el interior de un bote salvavidas que fue abierto como una lata de conservas para llegar hasta los estupefacientes. Una mercancía de oro que habría alcanzado en el mercado un precio aproximado de nueve millones de euros. Una cifra muy a vuela pluma que depende del nivel de pureza de la droga.

Los tres tripulantes del velero viajaron custodiados en el barco oceánico de Vigilancia Aduanera, de donde descendieron esposados para ser llevados primero a dependencias policiales y posteriormente a prisión. En los próximos días deberán ser trasladados hasta Madrid para quedar a disposición de la Audiencia Nacional, encargada de la investigación judicial.