
Sexo por todo lo alto
Una pareja graba un vídeo porno mientras salta en paracaídas desde un avión para salir en un programa de radio estadounidense. El polémico vídeo ha costado el puesto de trabajo a sus protagonistas
Madrid Actualizado: GuardarSi alguien pensó que era imposible compaginar dos empleos tan dispares como instructor de paracaídas y actor porno, se equivoca. ¿Cómo lograría conciliar ambas disciplinas, que requieren dedicación plena y mucha concentración? Respuesta: sexo documentado durante un salto en paracaídas desde un avión, a más de 850 metros de altura en Kern County, California. El canadiense Alex Torres tiene la prueba, aunque muchos duden de su veracidad.
Por ganar su minuto de gloria en el programa de radio del presentador Howard Stern, Alex Torres y la recepcionista de la empresa de vuelos deportivos Skydive Taft, Hope Howell, se dejaron grabar practicando sexo desde el despegue del avión, sentados al lado del piloto, hasta el salto en paracaídas. «Fue loco y divertido, mi adrenalina no paraba», explicó Howell.
Lo que al principio quería ser un vídeo provocador para captar la atención de Stern ha acabado por despertar el interés de las autoridades aéreas estadounidenses. No hay ninguna norma que prohiba este tipo de actividades en el aire o dentro del avión, pero sí pueden ser castigados por distraer al piloto durante el agitado viaje. La proeza de Torres podría haber violado la regulación federal, según ha advertido Ian Gregor, portavoz de la Administración Federal de Aviación, que ahora investiga el caso.
Torres y su compañera colgaron la grabación –bautizada como ‘Sexo aéreo’– en YouTube, que no tardó en suprimirla de su web. Pese a su rápida actuación, ya era demasiado tarde: casi todos los alumnos de un instituto de Kern County habían comprobado y difundido entre sus amigos las habilidades de Torres y Howell ante la cámara.
El polémico vídeo les ha costado el puesto de trabajo. «Ellos le aseguraron a mi piloto que no había ningún problema en volar para grabar aquello», afirmó indignado el propietario de Skydive Taft, David Crouch. No obstante, la recepcionista puso en entredicho su versión. «Nuestro jefe estaba allí. Todo fue planeado y aprobado», declaró Howell. Sea o no cierto, Crouch se estará frotando las manos por la publicidad que ha obtenido a precio de saldo.
También la pareja protagonista puede estar contenta, a pesar del escándalo, porque su principal objetivo se ha cumplido. Howell confirmó que Howard Stern habló con ella la semana pasada y parece que tendrán un hueco en el programa. «Estoy feliz por haberlo hecho. No lo cambiaría por nada del mundo», señaló la recepcionista.