Dos prostitutas dicen que Strauss-Kahn era cliente de una red de lujo en Lille

Dominique Strauss-Kahn se ha visto envuelto en un nuevo escándalo sexual. Al menos dos prostitutas le han delatado a la Policía como cliente de una red de lujo investigada en Francia y Bélgica por proxenetismo agravado en banda organizada. El exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pedido a través de su abogado prestar declaración cuanto antes para poner término a «las insinuaciones y extrapolaciones aventuradas y una vez más malintencionadas».

DSK, como se le conoce en Francia, esta vez no está acusado de ningún delito. Mantener relaciones sexuales de pago no está penado en el país, excepto si se demuestra que se trata de una persona menor de edad y que el cliente lo sabía. Su nombre es un fleco colateral y no constituye el objetivo de la investigación.

Una prostituta ha declarado en los interrogatorios que acudió a prestar un servicio en París a DSK en una cita organizada por un comisario de Lille, amigo del político y economista. También se sospecha que era cliente de profesionales de la misma red que se desplazaron a finales de 2010 a Nueva York cuando todavía dirigía el FMI.

Dos jueces instructores de Lille ya han imputado a media docena de personas, entre ellas tres responsables del hotel Carlton, un cuatro estrellas de esa capital del norte de Francia. En la vecina Bélgica ha sido encarcelado el presunto 'cerebro' de la trama, propietario de varios burdeles y salones de masajes en los que se cree que trabajaban menores de edad.

DSK no hizo declaraciones al votar ayer en la segunda vuelta de las primarias socialistas. El domingo anterior dijo que había apoyado a Martine Aubry. La Fiscalía de París archivó el jueves la querella por tentativa de violación presentada por la periodista Tristane Banon, cuyo abogado descartó ayer nuevas actuaciones judiciales contra DSK.