
Hollande reta a Sarkozy a salir del Elíseo
La holgada victoria sobre Aubry en las primarias refuerza el cartel del PS en las presidenciales galas
PARÍS. Actualizado: GuardarFrançois Hollande es desde anoche el candidato socialista para desalojar al conservador Nicolas Sarkozy del palacio del Elíseo en las presidenciales francesas de la próxima primavera. La nueva esperanza rosa derrotó con holgura a Martine Aubry, la otra finalista en el duelo de la segunda vuelta de las elecciones primarias, y sale con la legitimidad reforzada por el amplio apoyo popular logrado en una consulta que experimentó un sensible aumento de la participación respecto a la primera ronda.
Según los resultados provisionales del escrutinio, Hollande se impuso con una ventaja de más e una docena de puntos porcentuales (56,6% frente al 43,4) a una adversaria que se vio perjudicada por la dinámica del voto útil. El vencedor, que había cosechado el 39,17% de los sufragios en la primera vuelta, contaba con el respaldo de los cuatro aspirantes que no pasaron el corte: Ségolène Royal (6,95%), Manuel Valls (5,63%), Jean-Michel Baylet (0,64%) y Arnaud Montebourg (17,19%), aunque este último puntualizó que su voto era título personal.
Aubry se tuvo que contentar entonces con el 30,47% de las papeletas a pesar de estar secundada por responsables de corrientes que abarcan desde el centroizquierda hasta el ala más radical del partido. Aunque creció más de trece puntos en una semana, la alcaldesa de Lille no consiguió convencer a los simpatizantes de izquierda de que era la mejor baza electoral para desbancar a Sarkozy, candidato natural del centroderecha, pero aún no declarado, a la jefatura del Estado.
Aubry reconoció la victoria de su adversario, al que prometió todo el respaldo del PS, en el que volverá a asumir la secretaría general a la que había renunciado para concurrir a las primarias. «Hollande encarna la esperanza de los socialistas y de la izquierda para ser el próximo 6 de mayo el nuevo presidente de la República», proclamó con deportividad.
Legitimidad añadida
La correlación de fuerzas de 56-43 a favor de Hollande otorga a su investidura popular una legitimidad añadida en la primera experiencia en Francia de unas primarias abiertas a todos los simpatizantes y no reservadas únicamente a los 160.000 militantes con el carné del Partido Socialista (PS). Además, su perfil moderado le capacita en teoría para rebañar votos en los sectores centristas y conservadores desengañados de Sarkozy en el eventual duelo decisivo de las elecciones presidenciales.
A la hora del balance, el secretario general interino del PS, Harlem Désir, saludó el «extraordinario éxito democrático para la izquierda y para el conjunto de nuestro país». «El primer resultado es que el candidato designado está investido de una inmensa confianza popular, primer paso hacia el cambio esperado en 2012 por nuestros compatriotas», añadió.
Los responsables socialistas estimaron que la participación superaría los 2,7 millones de votantes, un avance sustancial respecto a la primera ronda. A media tarde el incremento rondaba el 6% y se hacía notar sobre todo en los suburbios y barriadas populares, que el domingo anterior se habían movilizado mucho menos que los centros urbanos de las grandes capitales, donde residen las clases medias y los funcionarios, electorado dominante en el PS.