Lorenzo se destrozó el dedo anular en el entrenamiento

El Mundial de MotoGP tuvo un desenlace impropio de una temporada donde Stoner ha estado sublime y Jorge Lorenzo ha defendido hasta la épica su corona ganada el año pasado. La carrera de Phillip Island era el escenario ideal para la celebración del australiano ante su gente, y en el día de su cumpleaños, pero el pundonor del español en los entrenamientos le hacía merecedor de poder plantar batalla. Pero el título se decidió en el 'warm up' porque Jorge se cayó, se lesionó y no pudo correr. El balear abdicaba en un hospital de Melbourne, 200 kilómetros más al norte, donde un cirujano plástico le reconstruyó el dedo anular de la mano izquierda que Jorge se destrozó al rodar por los suelos a más de 200km/h en el último minuto del entrenamiento cuando trataba de arrebatar el mejor tiempo a Stoner (cosas de la guerra psicológica).