El acuerdo genera dudas sobre los beneficios que pueda reportar a la provincia

Sin una fecha definida ni un solo contrato firmado, el acuerdo entre España y la OTAN para la instalación del escudo antimisiles empieza a generar dudas. Mientras los responsables políticos se apresuran a dar datos sobre los sectores que se van a beneficiar de este despliegue y la carga de trabajo que reportará a la industria naval, empresarios y autónomos continúan a la expectativa. Confían en que supondrá un revulsivo económico y una oportunidad de empleo. Sin embargo, reconocen abiertamente que aún es imposible prever el volumen.

Las miras también están puestas en los astilleros gaditanos. La compañía ve con optimismo este desembarco militar y cuenta con la tecnología y las infraestructuras necesarias para asumir el mantenimiento de los buques, pero no hay ningún acuerdo de momento, ni siquiera verbal. Tanto el embajador norteamericano, Alan Solomont, como el almirante de la US Navy, Gary Roughead, han visitado las factorías. Ambos estuvieron acompañados por altos cargos de la Armada Española y directivos de Navantia en varios actos de cortesía sin que mediara ningún contrato.

Los empresarios roteños son los que se encuentran más esperanzados con la noticia. La asociación empresarial Aeciro ya se ha puesto a disposición de los propietarios de negocios de la localidad para ayudarlos a que se puedan beneficiar de lo que consideran como una gran oportunidad. La población en general muestra su satisfacción y ha puesto todas las esperanzas en el despliegue militar.