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Un alud atrapa a tres personas en una cueva
Los equipos de rescate se afanan por liberar a un padre y sus dos hijos que quedaron sepultados por el desprendimiento
ALMERÍA. Actualizado: GuardarEl desprendimiento de tierra que se produjo ayer de madrugada en el municipio almeriense de Cuevas del Almanzora afectó a cinco casas, en una de las cuales permanecían tres personas atrapadas. El desplome se tradujo en la caída de un talud de unos quince o veinte metros de altura, compuesto de tierra arcillosa, sobre dos viviendas-cueva y tres casas, según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno.
Los equipos de emergencias, que emplearon perros de rastreo, estudiaban la mejor forma de proceder al rescate, ante el peligro de un nuevo desprendimiento. El resto de las casas afectadas ya están vacías, tras el rescate de cuatro personas, dos de las cuales tuvieron que ser trasladadas al Hospital de la Inmaculada de Huércal-Overa con varias fracturas. Otras personas que ocupaban las viviendas afectadas por el desprendimiento de la ladera pudieron salir ilesas por su propio pie. En el lugar trabajan miembros de los bomberos, Protección Civil, Guardia Civil, Policía Local y los servicios sanitarios, además de técnicos del 112 y de Emergencias de la Junta de Andalucía
El suceso ocurrió sobre las 5.30 horas, cuando se registró el derrumbe de una ladera en la barriada del Realengo de Cuevas del Almanzora, municipio del levante almeriense situado a unos cien kilómetros de Almería capital. El alcalde, Jesús Caicedo, explicó que el ritmo de los trabajos se aceleró gracias a la llegada de maquinaria pesada al lugar en el que aconteció el alud. Caicedo señaló que tanto las dos máquinas excavadoras ya disponibles, como una grúa de grandes dimensiones que se incorporó a las labores, funcionaban a pleno rendimiento en los trabajos de desescombro con el fin de encontrar a las tres personas, un padre y sus dos hijos mayores de edad, que quedaron en el interior de la vivienda. «No vamos a parar hasta que haya resultados», dijo el primer edil.
De las cinco personas de la familia que residían en la casa-cueva derruida, uno de los hijos consiguió salir ileso por su propio pie mientras que la madre, una mujer de 48 años, fue rescatada del interior de la vivienda a través de una pequeña oquedad. A ella accedieron un bombero, un guardia civil y un vecino. El cuerpo de la mujer estaba enterrado hasta la cintura.
Las tareas de rescate continuaban por la noche, gracias a la puesta en funcionamiento de grupos electrógenos. Las grandes dificultades que se encontraron en las tareas de desescombro, debido al enorme tamaño de las rocas, obligó a recurrir a una máquina especial que llegó procedente de Murcia y que comenzó a trabajar sobre las 18.30 horas.
Los familiares de las personas que quedaron atrapadas fueron atendidos por psicólogos que se desplazaron a la zona. El alcalde trató de infundirles «tranquilidad», dado que albergaba la convicción de encontrar a las personas enterradas con vida.