Hamás se reafirma en su línea más dura tras el acuerdo con Israel
Los palestinos verán libre a su preso más veterano y devolverán a Shalit el martes, con Egipto como escenario
Actualizado:Gilad Shalit será liberado el martes, día en el que quedarán también en libertad los primeros 450 presos del total de 1.027 indultados a cambio del soldado israelí en una operación que tendrá a Egipto como escenario del canje. El acuerdo entre Israel y Hamás pone fin a cinco años de cautiverio de Shalit, pero el grupo fundamentalista «no descarta el secuestro de más israelíes a fin de mejorar su posición negociadora en un intercambio de prisioneros» (hay más de 6.000 presos palestinos en cárceles israelíes), aseguró el dirigente Osama Hamdan.
Una posición defendida también por otras figuras del movimiento islamista como Khalil Al Hayya, que en declaraciones al canal Al Quds aseguró que «la única solución es más resistencia contra la opresión israelí, y más secuestros de soldados israelíes y colonos». Fue la reacción del núcleo duro de Hamás a las críticas por parte de Fatah y de algunos de sus propios miembros, según testimonios bajo condición de anonimato recogidos por el diario 'Asharq al Awsat', sobre la ausencia de hombres clave como Maruan Bargouti o Ahmed Saadat en el canje pactado con Israel.
El 70% de las exigencias
La familia de Gilad Shalit cuenta los minutos para que su hijo vuelva a casa. Ocurre lo mismo al otro lado del muro, donde Hamás ya ha anunciado algunos de los nombres de los indultados a través de la web Al Aqsa. Entre ellos destacan el prisionero palestino más veterano, Sami Younis, de 78 años y condenado a cadena perpetua. También se encuentra Nael Barguti, conocido popularmente como «el jeque de los prisioneros», condenado a la misma pena.
El diario israelí 'Haaretz' recogió testimonios de personas implicadas en el proceso que aseguran que «Hamás ha logrado el 70% de sus exigencias». Estas mismas fuentes aseguran que «Maruan Bargouti nunca estuvo en la lista, porque sabían que esto fortalecería a la Organización para la Liberación de Palestina». Israel, por su parte, se habría visto obligado a ceder en el número final de amnistiados, que no querían que fuera superior a 450, y en la presencia en la lista de detenidos árabes-israelíes, una de las líneas rojas que se habían fijado al comienzo del proceso.