Sirte, a punto de sucumbir ante los rebeldes

Los soldados antigadafistas estallaron ayer en júbilo después de que la mayor parte de Sirte, la ciudad natal del exdictador, cayera en sus manos. Según Mustafá Abdulyalil, presidente del Consejo Nacional de Transición libio (CNT), los rebeldes declararán en «menos de una semana» la «victoria total» sobre este feudo que parecía inexpugnable.

El diario británico 'The Times' adelantó anoche la caída de la ciudad, aunque algunos barrios tomados por mercenarios y vecinos leales a Muamar el Gadafi aún resisten al avance de los milicianos disparándoles fuego de artillería desde las azoteas de los edificios. Ni siquiera los bombardeos de la OTAN lograron hacer mella en su fortaleza.

La adhesión de las tribus gadafistas a su líder es inquebrantable, y han reaccionado despiadadamente ante cualquier atisbo de disidencia. El CNT encontró ayer 25 cadáveres envueltos en mantas de plástico que podrían pertenecer a disidentes. Sin embargo, las batallas cuerpo a cuerpo con los rebeldes, más numerosos y armados por Occidente, alteraron la semana pasada el equilibrio de fuerzas a favor de los sublevados.

Victoria final

«Confío en que declararemos la liberación de Sirte en menos de una semana. Después, y en no más de un mes, formaremos un Gobierno de transición en el que podrán participar los jóvenes y las mujeres», precisó Abdulyalil. Aunque la importante localidad de Bani Walid aún continúa en manos de los gadafistas, el CNT proclamará la victoria final en la guerra civil en cuanto sus hombres asuman el control de Sirte.

Además de estos dos bastiones, también permanecen bajo dominio gadafista zonas tribales próximas a las fronteras. Cerca de Argelia, por ejemplo, los tuaregs, que han profesado lealtad al exdictador desde que les permitió asentarse en el sur del país en los años setenta, se resisten a sucumbir al control de los milicianos. De hecho, se cree que el coronel pueda estar escondido en la ciudad limítrofe de Ghadamis bajo el abrigo de este pueblo nómada.