Salvad al soldado Shalit
MADRIDActualizado:En el momento de escribir esta nota se da por hecho que se ha alcanzado un acuerdo entre Israel y Hamas en virtud del cual será liberado el soldado israelí Gilad Shalit, en poder del movimiento palestino desde junio de 2006.
Lo único que ha trascendido, además de la sesión de emergencia del gobierno Netanyahu para la preceptiva aprobación por el gobierno, es que mil prisioneros palestinos será liberados a su vez y la calidad de los mismos, sus nombres, son la gran incógnita a resolver del lado de Israel, porque prisioneros palestinos hay muchos, unos diez mil en números redondos, prácticamente todos sin juicio en lo que es un escándalo político-judicial.
El público israelí, la sociedad toda tiene el caso Shalit como una preocupación cotidiana y un tema insoslayable. De hecho su rostro, tan juvenil y grato a sus 25 años, es uno de los más conocidos del país, a la altura de los políticos o las estrellas mediáticas. Shalit tiene, como muchos israelíes, otra nacionalidad, la francesa en su caso, y el presidente Sarkozy se ha implicado siempre en el asunto y ha recibido a la familia del prisionero y urgido el fin de su cautiverio.
Los mediadores
El anuncio del gobierno, filtrado con un vocabulario curioso por asesores de Netanyahu, dice que súbitamente se presentó una pequeña ventana de oportunidad (….) y que se decidió aceptarla porque había temores de que la situación en el mundo árabe, con la probable llegada de regímenes extremistas haría más difícil el acuerdo. Indescifrable en su totalidad, el párrafo parece más bien destinado a justificar un intercambio que el ala dura del gobierno israelí podría juzgar como perjudicial en términos políticos.
Netanyahu cambió al equipo negociador israelí cuando llegó al poder y ahora estaba a cargo David Meidan, de quien se dice que siempre ha creído en el indispensable papel de los servicios secretos egipcios, alma del régimen bajo la dirección casi eterna del hoy jubilado general Omar Suleiman.
Su sucesor, el general Murad Muwafi, tomó el dossier a su cargo… sin prescindir por ello de la presencia ocasional, como si fuera un recadero distinguido del mediador de nómina, si vale decirlo así, el agente del BND alemán Gerhard Conrad, quien había conseguido repatriar cuerpos de soldados israelíes muertos en Líbano en 2006, era – y es – respetado por todas las partes y pasa por ser algo así como la memoria viva de los Servicios secretos alemanes en Oriente Medio.
El contexto
¿Por qué ha sido súbitamente posible lo que se ha resistido tantos años? Responder esta pregunta es justificar opciones políticas y estratégicas desprovistas de cualquier matiz que no sea el estrictamente práctico: el público israelí quería la vuelta a casa del soldado (todavía no ha dado por oficialmente muerto al aviador Ron Arad, derribado sobre Lìbano ¡en 1986!) y hacer del intercambio una operación de relaciones públicas vendible al público… y a Avigdor Lieberman, ministro de Exteriores, ultranacionalista poco interesado en cualquier concesión a Hamas y llave de la coalición de derecha nacionalista que es el gobierno israelí ahora.
Para empezar es probable que en el paquete entre un israelí detenido hace algunas semanas en El Cairo y acusado de espionaje por los egipcios. Se llama Ilan Granel y también tiene otra ciudadanía, norteamericana en su caso, y, por tanto, no sería imposible pensar que Washington habría presionado a favor de un acuerdo que le permitiera recuperar a “su” pupilo. De ello habló la semana pasada en El Cairo el Secretario de Defensa, Leon Panetta, según trascendió.
Finalmente, hay – si el acuerdo en sus detalles es “vendible” – una inversión política a corto plazo de Netanyahu, apurado por los progresos palestinos en la ONU y que, en primera instancia, sin duda se apuntará un tanto. Hamas obtiene también mucho a cambio, aunque tal vez no que esté en la lista el prisionero palestino más relevante, Maruan Barghutti. Y su jefe, Jalid Meshaal, exiliado y sin duda quien ha dado la luz verde final, prueba que puede negociar de modo práctico… y, ocupándose de la liberación de mucha gente de al-Fatah y del FPLP, ayudar a la siempre pendiente reunificación de las filas palestinas…v