Eugenia camufla las marcas de la varicela

Tapada hasta la coronilla salió en la mañana de ayer Eugenia Martínez de Irujo de la clínica madrileña en la que ingresó el pasado martes, justo un día antes de la boda de su madre con Alfonso Díez. Con una gorra y un fular que le cubrían prácticamente toda la cabeza, la pequeña de los Alba evitó que los fotógrafos captaran señal alguna de la varicela que durante una semana la ha mantenido separada de sus seres queridos.

Cayetana no pudo visitar a su hija hasta el lunes, una vez pasado el periodo de aislamiento. Un encuentro que la duquesa aprovechó para contarle todos los detalles de su boda. Y parece que las historietas de su madre le sentaron genial, porque pocas horas después recibió el alta.

Con Alfonso Díez, en cambio, no pudo compartir las anécdotas. El duque consorte, a sus 61 años, aún no ha pasado la varicela y prefirió aprovechar la tarde para ir a su piso de soltero y prevenir así un posible contagio que chafaría su luna de miel en Tailandia. La pareja no iniciará el viaje hasta noviembre, una vez que la duquesa haya presentado su biografía, 'Yo, Cayetana', que salió ayer a la venta.