Dexia, primera víctima de la crisis de la deuda
El consejero delegado Mariani atribuye a la presión gobernamental la abultada cartera de títulos griegos causante del desastre
BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa crisis de la deuda se ha cobrado su primera víctima en el sector bancario. Ahogada por una crisis de liquidez insuperable, provocada por la desconfianza de los mercados ante su abultada cartera de deuda de países vulnerables, la entidad francobelga Dexia va a ser desmantelada y, según el acuerdo alcanzado por Bélgica, Francia y Luxemburgo, se creará un 'banco malo' que agrupará sus activos tóxicos. La operación tendrá un coste para las arcas públicas estimado en 90.000 millones de euros. Bélgica pondrá el 60,5%, Francia el 36,5% y Luxemburgo el 3%.
Las acciones de Dexia volvieron a cotizar a primera hora de ayer en París y Bruselas, donde experimentaron desplomes de hasta el 36%. Se fueron recuperando después, hasta registrar ganancias, en la medida en que se conocían los detalles del proyecto de rescate.
El consejo de administración aprobó el plan en una maratoniana sesión que se prolongó en la madrugada de ayer. A su término, el presidente del consejo de administración, Jean-Luc Dehaene, exprimer ministro del Bélgica, presentó su dimisión inmediata. Según dio a entender el consejero delegado, Pierre Mariani, de la situación a la que se ha visto abocada Dexia alguna culpa habrían tenido los gobiernos de tutela del banco, al pedirle que mantuviera en su cartera los títulos griegos para no agravar la crisis. «Tal vez pecamos de ingenuos», observó.
Poco va a quedar del viejo grupo bancario. Los administradores de Dexia han aceptado una oferta del Estado belga de asumir el control del 100% de Dexia Banque Belgique, la filial belga, por 4.000 millones de euros. El ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, calificó el precio ofrecido de «razonable» e indicó que Bélgica espera seguir siendo durante varios años propietaria de este banco de clientes, para «garantizar su continuidad».