Las huelgas en la crisis
Actualizado:La huelga es un acontecimiento social que suele resultar de un conflicto laboral como respuesta de los empleados que no se consideran bien retribuidos o maltratados por la empresa o el organismo público en el que prestan su trabajo. En la situación actual el problema se complica, porque las huelgas se van produciendo en países con un problema económico y social muy amplio: la crisis económica generalizada que padecemos.
No se puede negar el derecho a la huelga cuando los trabajadores o empleados tratan de conseguir justas aspiraciones a las que tienen derecho. Por incomoda o fastidiosa que pueda resultar para los empleadores o aquellos que indirectamente tengan que sufrir algunas de las incomodidades que la protesta acarrea.
Los requisitos que la huelga debe cumplir para que sea legítima son: que, la causa por la que se promueve -lo que se reivindica- sea justo; que se hayan agotado todos los otros medios de diálogo; que no se lesionen injustamente los derechos de otras personas; que se impida el recurso a la fuerza o a la violencia; que se eviten situaciones especialmente graves para la sociedad. Cada uno, los que la promueven y los que la secundan, ha de decidir en conciencia sobre la oportunidad de la huelga y su justificación. Estos condicionantes no se dan en la huelga política o en las huelgas generales que ya atentan al bien común, con lo que sólo se justificarían si fueran necesarios para salvar ese bien común injustamente arrinconado.