Con los pies en la uva
La vendimia es una de las actividades más destacadas dentro de la amplia oferta del enoturismo, un sector en el cada vez trabajan más bodegas.
MADRIDActualizado:Buen color, madurez y el punto de acidez y azúcar necesario. Cuando estos parámetros se cumplen, sólo quiere decir una cosa; la vendimia puede comenzar. La recolecta de la uva, que va llegando a su fin durante este mes de octubre, es un momento clave para los que dedican su vida a las viñas. Unos días en los que se recoge el fruto del trabajo de todo un ciclo, el momento en el que la mayoría de localidades vinícolas celebran las populares fiestas de la vendimia.
Pero para los que quieran disfrutar y aprender del proceso en primera persona, el enoturismo ofrece, entre sus múltiples actividades, la posibilidad de convertirnos en viticultores por un día. Así, bodegas como la de David Moreno, en La Rioja, ofertan jornadas de vendimia en la que se enseña al visitante cómo realizar un muestreo de maduración, la recolecta, y la producción del mosto. “El pisado de la uva es, sin duda, la actividad que más les gusta”, asegura Sara Aranbarri, encargada de enoturismo en la bodega.
Aunque los grupos familiares son los más abundantes, muchos de ellos llegados desde Madrid, Barcelona o País Vasco, también hay público extranjero. “No se busca sólo visitar una bodega, lo que buscan es pisar la tierra”, asegura. Por cuarto año consecutivo, la actividad está siendo un éxito, por lo que mientras la demanda y la uva lo permitan se llevará a cabo durante todo el mes. “Los niños lo pasan en grande, además de aprender todo el proceso de la elaboración del vino”, comenta Sara, quien destaca una importante evolución al alza en las actividades enoturísticas.
La mayoría de bodegueros ven en el enoturismo una ayuda que amortigua las pérdidas en la venta, por eso, en los últimos años, el número de actividades en relación al mundo del vino se ha disparado. Empresas como RiojaTrek , entre otras muchas distribuidas por toda la geografía española, organizan catas de vinos, viajes de incentivos o jornadas entre los viñedos donde poder disfrutar de rutas a caballo, senderismo, clases de cocina o incluso poder pasar la noche en la propia bodega.
Noches de lujo y vino
Además de las múltiples ofertas para pasar el fin de semana en una bodega, existen opciones mucho más exclusivas, si lo que se busca es un alojamiento con todo lujo de detalles.
El hotel de Marqués de Riscal en Elciego, Álava, una obra de arte diseñada por Frank Gehry, permite al turista visitar sus bodegas y disfrutar de su spa, donde el vino se convierte en una fuente de salud y belleza gracias a su oferta en vinoterapia.
En Navarra, el Hotel Chateau Pago de Cirsus ofrece 12 habitaciones con el nombre de sus vinos. Un lujo a partir de 150 euros para disfrutar en un ambiente tranquilo rodeado de viñedos.
Al sureste de la isla de Mallorca encontramos la Reserva Rotana Golf & Wine Resort, una gran finca donde además de viñedos, podemos encontrar un campo de golf privado. Una apuesta por el estilo señorial y en la que una noche puede costar en torno a los 300 euros.