DIONI Y CARRETERO
Actualizado:He leído que el ex jefe de la Policía Local de Ubrique Carlos Carretero sigue en la calle, aunque la Audiencia lo condenó hace unos meses a cuatro años por su implicación en el ‘Caso Karlos’. Este verano lo he visto en la playa de Cádiz varias veces, con su joven esposa Elisa Calvente, también condenada, y con un moreno caribeño de envidia. Llegaba en un vehículo de alta gama y aparcaba a la altura de la plaza Elio. Eso sí, su ticket de zona azul lo abonaba, para que no se diga. No me extraña nada que esté en la calle, porque entre recurrir sentencias, trámites judiciales, notificaciones y comparecencias pueden pasar años y aquí no pasa nada. Mejor ejemplo de que la Justicia lo tiene complicado lo vemos a veces en la televisión, este caso Dioni cobra más pasta que la que llevaba el furgón que robó por su participación en un reallity donde no pierde la oportunidad de alardear de cómo se burló de las Fuerzas de Seguridad del Estado y vivió como un marajá en Brasil con el dinero que sustrajo. Discrepé con el ex alcalde de Jerez Pedro Pacheco cuando dijo esa frase de “la justicia es un cachondeo”, más bien al contrario, hay para quienes cachondearse de la Justicia es su única condena.
EL CUADRO YA MOHOSO
Funcionarios municipales que hace doce años trabajaban en la Delegación de Fiestas irán a declarar al juzgado sobre la desaparición del cuadro ‘Los mojosos’, de los gaditanos Costus. No resultaría extraño si no fuera por el tiempo transcurrido y porque ya algunos han sido interrogados ‘por teléfono’ sobre este tema, que se ha convertido en un asunto casi de Estado, a tenor del interés tomado por el grupo socialista, que hace unas semanas organizó una rueda de prensa para anunciar su preocupación por esta sustracción, extravío o como quieran llamarlo como si hubieran destapado el tema de los ERE o el caso Gürtel. Lo cierto es que preguntar vía telefónica una cuestión judicial no creo que sea la manera más ortodoxa de conocer qué pasó con el cuadro, aunque sólo sea a nivel informativo. Los funcionarios están que trinan con la persona que ellos saben que denunció el tema, sobre todo porque pone en tela de juicio su profesionalidad y honorabilidad y porque cuentan que ha dejado caer en alguna ocasión que sabe en qué casa anda colgado el cuadro. “Si lo sabe, que lo diga, y se acabó”, asegura una de las personas citadas, quien recuerda cómo el cuadro (en aquel momento no tenía tanto valor porque los Costus aún vivían y su obra no era tan conocida) estaba colgado en un despacho en la sede de Fiestas de la calle Isabel la Católica y el marco se rompió, quedando la lámina suelta. Dicha lámina anduvo de un lado para otro (con dos mudanzas incluidas) hasta que desapareció, bien porque alguien decidió que para que se perdiera mejor decorar su república independiente, o bien porque se traspapeló entre tanta caja para arriba y para abajo. Después de doce años desaparecido, si algún día Lobatón lo encuentra, habrá que pensar en cambiarle el nombre por ‘Los mohosos’ . La humedad en Cádiz no perdona.
WIKILIKIDERSAS
Termino hoy con el wikilikidersas que, según recibo e-mail cada semana, compruebo que cada vez tiene más seguidores. Lo malo es que me cuentan que hay algún directivo listillo que dice que mientras que las denuncias no salgan en la primera página de un periódico a él se la suda (que fino). Bueno, pues todo se andará, que no se preocupe y siga con su talante chulesco que de director a auxiliar (con todos mis respetos para la categoría) se pasa de un día para otro, y si no que se lo digan a más de uno en Diputación. Bueno que me lío. Hoy solo un apunte sobre la Bolsa Única, esa que el SAS anunció en su día a bombo y platillo para dar a las colocaciones en los hospitales públicos una mayor transparencia e igualdad de oportunidades (¡qué bonita terminología tan recurrente en momentos electorales ¡). Los que aún siguen en ella viendo pasar a quienes la única bolsa que les importa es la que tienen que pagar en el Mercadona se sienten impotentes ante lo que ocurre, sin que nadie haga nada, ni siquiera los sindicatos que se han quedado muditos como el enanito de Blancanieves. Lo último ha sido recurrir, sin ningún tipo de criterio, a personal externo (los de la Bolsa que sigan pesando en el Medio Ambiente) para cubrir plazas por 3, 7 ó 19 días, dependiendo del servicio. Y así, tirando para bingo.