El legado de Jobs que aún está por llegar
La pérdida del fundador de Apple no frenará un avance tecnológico al que ha aportado hasta 313 patentes
MADRIDActualizado:Steve Jobs , considerado como uno de los mayores genios de este siglo, no solo deja tras de sí con su prematura muerte inventos que han modificado el mundo. Con sus creaciones ha sentado las bases para una futura transformación tecnológica sin precedentes en la historia de la humanidad. Ordenadores, móviles o tabletas son solo la punta del iceberg de un sinfín de artilugios que cambiarán la vida tal y como la conocemos.
El horizonte depara avances inimaginables de la mano de aquellos llamados a recoger el testigo de Jobs. Y entre estos Apple luchará por seguir estando a la cabeza. Por el momento, la marca de Cupertino aún mantiene en el cajón muchas de las 313 patentes en las que ha participado su alma mater -Bill Gates tiene a su nombre nueve mientras que los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, una docena, según datos de 'The New York Times'-.
Entre los objetivos principales está el simplificar las comunicaciones. En esta línea el nuevo iPhone 4S ha presentado con 'Siri' un primer aunque por el momento primitivo paso, dado el universo de posibilidades que se abre ante la simbiosis de la tecnología con la voz. Dar órdenes a los dispositivos, no solo teléfonos u ordenadores sino también electrodomésticos o coches, será posible en la medida que se desarrolle un 'software' de inteligencia artificial para el reconocimiento natural del habla.
Una herramienta que, igualmente, enterrará en el futuro las barreras idiomáticas al hacer posible las traducciones inmediatas.
Otra de las líneas de investigación gira en torno a la aplicación de la holografía en la comunicación. Como ya adelantara la 'Guerra de las Galaxias' en 1977, el usuario del futuro podrá crear un holograma suyo que será proyectado por el móvil del receptor, y que reproducirá los mismos gestos que el emisor esté realizando en ese instante. Las posibilidades van más allá y algunas parecen aún más próximas. Próximamente los dispositivos incluirán proyectores que permitirán ofrecer imágenes en 3D.
Incluso, se podría despedir un teclado virtual para, pulsando sobre él, controlar al mismo aparato sin necesidad de tocarlo. Educación, medicina, entretenimiento... Los campos en los que podría usarse semejante tecnología se presentan inimaginables.
Recargas sin cable
La carga de dispositivos sin necesidad del uso de cables y conexiones es otro de los ámbitos donde la compañía de la manzana parece haber tomado la delantera. Aunque los detalles concretos de su patente aún no han trascendido, la posibilidad de la carga por inducción se presenta como un avance sencillo y de coste relativamente bajo. En lo que respecta al ahorro en el gasto energético de los dispositivos, las ideas son muchas y variadas, pasando por los iPods fotovoltaicos hasta la instalación de paneles solares en los portátiles que permitan alargar la vida útil de las baterías.
Los teclados serán también objeto de transformación. Las compañías informáticas, con Apple, cómo no, a la cabeza, buscan romper con la vieja tradición del teclado sólido y rígido en beneficio de uno electrónico. Para cada momento o actividad existirá la posibilidad de transformar el dispositivo digital, presentándose al modo tradicional para escribir, convirtiéndose en un piano para crear música o adaptándose a unas características concretas para jugar, por ejemplo. Aunque difícil de imaginar aún, su aparición en el mercado podría estar bastante próxima.
Apple, incluso, ya patentó en 2009 un caja inteligente para presentar sus productos de cara al público. Con una conexión WiFi, este 'recipiente' permitiría al cliente interactuar con el aparato para probar su manejo y proveer al mismo de las últimas actualizaciones de software.
El progreso tecnológico se mantiene a velocidad de crucero e incluso amenaza con superar a una ciencia ficción que cada vez se comienza a sentir más cercana. Desaparición del papel moneda, transferencia de la información contenida en un cerebro humano a una máquina, identificación de rostros a través del móvil, envío de olores vía Internet... El futuro, pese a no contar ya con Steve Jobs , no entiende de barreras.