Un ejercicio de culto al líder
Arremete contra Rubalcaba por pedir "la amnesia de los españoles" al ofrecer empleo tras "generar" cinco millones de personas
MÁLAGA Actualizado: GuardarSabido es que toda convención, asamblea o conferencia política que organizan los partidos son actos a mayor gloria del jefe de la organización. Pero el cónclave nacional que celebra el PP en Málaga tuvo ribetes de culto al líder y adulación impropios de una fuerza democrática. Todos o casi todos los oradores de la segunda jornada de la convención nacional de los populares no ahorraron loas y elogios a Mariano Rajoy y sus capacidades políticas.
Pero la palma se la llevó quien en buena lógica no debía habérsela llevado, la secretaria general del partido. Dolores de Cospedal pronunció un discurso que hasta pareció incomodar al candidato. Rajoy, dijo de entrada, es el "más preparado, más solvente y más capacitado". Y prosiguió: "Eres la condición sine qua non del cambio; tú nos has hecho superar las mayores expectativas; has encarnado siempre lo mejor de la política; la esperanza de millones de españoles".
No se quedó ahí y agradeció a Rajoy por su forma de ser porque es "honesta, integradora y consistente"; por su forma de trabajar, "incansable, decidida y coherente"; por su forma de liderar, "persuasiva, generosa e inspiradora". Atribuyó a "la templanza" de su líder que el PP esté "hoy más unido que nunca y más fuerte que nunca". José María Aznar no estaba en el auditorio.
Con Rajoy, continuó, "volverán los consensos, los pactos y los grandes acuerdos, reinará la unión sobre el divide y vencerás, llegarán los objetivos claros, las reformas ambiciosas, la austeridad perdida, la convivencia recuperará las concordia, revitalizarás la creación de empleo,....". Etcétera, etcétera.
Muchos participantes en la convención se miraban unos a otros sorprendidos por la desconocida vehemencia lisonjera de la secretaria general. A continuación subió al estrado el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, que no pudo menos que aludir al arrebato de su antecesora y sintetizó el parecer de muchos de los asistentes. "Yo no tengo que hacer la pelota porque no voy en las listas", comentó y con eso dijo todo. La verdad es que Cospedal tampoco es candidata a nada, pero el error daba igual.
Más elogios
El resto de intervinientes en las distintas mesas redondas también fue pródigo en el elogio a Rajoy, político "honrado y honorable", apuntó el gallego Alberto Núñez Feijóo. En términos similares hablaron el extremeño José Antonio Monago o la madrileña Esperanza Aguirre, pero no alcanzaron ni las suelas de las palabras de Cospedal.
La intervención de la secretaria general hay que enmarcarla en la euforia que viven los populares reunidos en el Palacio de Ferias y Congresos malagueño, donde ya se paladea la victoria electoral aunque falte mes y medio para ir a votar.
Un clima en las antípodas del que vivió Rajoy y el PP en el difícil congreso que celebró en Valencia en junio de hace tres años, y en el que el líder no recibió, ni mucho menos, estas flores. Bastante tuvo con aferrarse a la silla del liderazgo, un predicamento que hoy nadie osa cuestionar. Para los populares Rajoy es el mesías, y si no que se lo pregunten a Cospedal.