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La plantilla cumple dos meses de huelga y acumula ya 67 días inactivos
Los trabajadores siguen sin cobrar dos nóminas pendientes y solicitan una mesa de diálogo permanente para desbloquear el conflicto
Actualizado: Guardar. Hoy se cumplen dos meses de la huelga indefinida más prolongada que hayan protagonizado nunca los trabajadores del servicio de transporte urbano de Jerez. Dos meses cargados de sinsabores y desesperación para la plantilla; de molestias y contratiempos para los usuarios y de pérdidas económicas que en algunos casos han alcanzado el 70% para los comerciantes. Atendiendo a datos globales, el desembarco de Urbanos Amarillos en la ciudad no ha podido ser más desafortunado: en nueve meses los conductores acumulan nada menos que 67 días de huelga.
Desde que esta compañía se hizo con la concesión, primero de forma provisional en noviembre y luego definitivamente en mayo, los impagos y otras cuestiones que denuncia el personal como los incumplimientos del convenio colectivo han sido constantes, lo que ha provocado la adopción de varias huelgas hasta esta última indefinida, que se inició el pasado 8 de agosto.
En la actualidad, lejos de mejorar el panorama no parece muy halagüeño, puesto que a día de ayer los perjudicados solo habían cobrado las nóminas de junio y julio y la paga extraordinaria, cuando la empresa se había comprometido a abonar la totalidad de lo debido la pasada semana.
Requerimientos
«Nos han dicho que ya se ha dado la orden para pagar agosto, pero de momento tampoco hemos recibido nada –informó Juan González, secretario del comité–. Lo que hemos hecho es mandar un escrito a la empresa recordándole el acuerdo que alcanzamos a tres bandas (también con el Ayuntamiento) el pasado 22 de septiembre, en el que dejábamos claro que no desconvocaríamos la huelga hasta que nos hubieran pagado todos los atrasos, algo a lo que ellos se comprometieron».
Asimismo, ayer remitieron copia de este documento al Consistorio, en el que también solicitan la constitución de una mesa permanente de diálogo en la que participen las tres partes interesadas y que pueda contribuir a desbloquear el conflicto. «Estamos desesperados, no sabemos qué hacer –confesó–, pero por nosotros que no quede. La empresa no pone de su parte y todo va a peor». En este sentido, volvió a referirse a la precariedad en la que se prestan los servicios mínimos, señalando que durante la mañana habían salido de las cocheras 19 vehículos y al cabo de poco tiempo habían regresado cuatro de ellos, por no reunir las condiciones óptimas.
Con este panorama encaran la que será la décima semana de huelga, que retomarán el próximo martes con una nueva concentración en los garajes de Urbanos Amarillos. Si continúan sin cobrar, también convocarán una manifestación para el 14 de octubre, respaldados por diversos colectivos afectados.