RESPONSABILIDAD

Lo sucedido ayer en Onda Jerez no puede quedarse en anécdota. Que una televisión pública esté paralizada toda una mañana por culpa de un sabotaje es algo muy grave, por lo que implica y por todo lo que supone, máxime en un contexto de crispación social como el que está viviendo la ciudad en estos momentos.

Los que sellaron ayer las cerraduras son unos cafres y unos vándalos. Evidentemente, sabían lo que hacían; eran conscientes de las consecuencias que iba a acarrear su acción. Cada uno coloca ahora la sombra de la sospecha sobre quien más le conviene. No cabía esperar otra. Por eso urge que se investigue lo sucedido, que se dé con los responsables y que paguen por ello. Y que se haga público para que se les caiga la cara de vergüenza. Y, sobre todo, para que otros no piensen que aquí vale todo.