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ESPAÑA

«Sé que me tienen muchas ganas, pero no hay caso ni lo habrá»

José Blanco insistió en que las acusaciones son «una falsedad absoluta» y dijo que acude a los tribunales porque «está en juego mi honor»

ALFONSO TORICES
MADRID.Actualizado:

José Blanco se tuvo que enfrentar ayer desde la mesa del portavoz del Gobierno a las acusaciones de corrupción que le lanzó el empresario gallego Jorge Dorribo y a las peticiones de dimisión que desde hace tres días reiteran los principales dirigentes del PP.

El titular de Fomento volvió a repetir que es «una falsedad absoluta» que el industrial, tal y como declaró al juez, le haya pagado 400.000 euros por influir en favor de su firma farmacéutica y que, por este motivo, no tiene intención alguna de dimitir, por más que los populares le presionen y se lo reclamen a diario. El ministro, que tuvo que contestar a seis preguntas sobre este tema, respondió a todas con la misma frase, destinada al principal partido de la oposición: «Sé que me tienen muchas ganas, pero no hay caso. Ni lo hay ni lo habrá».

Blanco, aunque incómodo y algo nervioso durante la rueda de prensa, respondió con la seguridad que le da el cierre de filas protagonizado tanto por el Gobierno como por el PSOE, que desde el principio defendieron sin fisuras ni matices su inocencia y le liberaron de la presión política que sobre su persona descargaron los otros dos políticos acusados de cobro de comisiones por Dorribo, uno del PP y otro del BNG, que entre el martes y el miércoles dimitieron de todos sus cargos.

La cristalización del apoyo incondicional se producirá mañana, cuando el actual líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, le acompañará a Lugo, la tierra donde se registraron las presuntas corruptelas, para participar juntos en las fiestas patronales.

El portavoz del Gobierno insistió en que no recibió ni un euro de este empresario y en que no realizó ni una sola gestión en favor de sus intereses, como cree que queda demostrado por el hecho de que todas las subvenciones y permisos que el industrial solicitó a los ministerios de Hacienda y Sanidad fueron rechazados. Dijo que el jueves inició ante el juzgado lucense que investiga a Dorribo las acciones legales contra el industrial, «para que se esclarezca la verdad y todo el peso de la ley recaiga sobre quien me ha calumniado de forma tan grave». Confesó que inició el camino de la querella porque «está en juego mi honor personal», pero también porque «los ciudadanos tienen el derecho, y yo el deber, de conocer la verdad».

El acusador insiste

El ministro esquivó las preguntas que le interrogaban sobre si fue un ingenuo o si se arrepiente de haber aceptado citarse con Dorribo el pasado de 5 de abril en una gasolinera de Lugo, una de las revelaciones que más ha perjudicado su imagen.

Se limitó a decir que eso y todas las demás explicaciones para aclarar su comportamiento están en el escrito que entregó al juez instructor y en el que le pide que le dé copia de la declaración secreta del industrial para poder proceder a demandarle porun delito de calumnias. Blanco tampoco quiso responder a si está dispuesto a satisfacer al PP, que pidió su comparecencia inmediata en la Diputación Permanente del Congreso para que dé explicaciones públicas sobre el escándalo. Esta comparecencia posiblemente será rechazada la próxima semana, con el argumento de que la Cámara no tiene funciones de control al Gobierno una vez disueltas las Cortes y gracias a que los socialistas tienen mayoría en la mesa de la Diputación Permanente.

Todas las negativas del ministro sobre su implicación en la presunta red de comisiones ilegales se produjeron el mismo día en que el abogado de Dorribo, Ignacio Peláez, aseguró en la cadena de radio Onda Cero que su cliente va tener «la capacidad de acreditar» ante la Justicia que todas las acusaciones que ha hecho contra José Blanco «son verdad» y de demostrar que es el miembro del Ejecutivo quien miente.

Blanco rechazó comentar esta afirmación y se limitó a decir que son «las declaraciones de un abogado que tiene que defender a su cliente», acusado de varios delitos fiscales y societarios.