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El Ayuntamiento quiere sacarle más partido a la Plaza. :: L.R.
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El Consistorio gasta 600.000 euros al año en la Plaza de Abastos

Comercio estudia los cauces para reducir la cifra y baraja varias opciones para remodelar el edificio del casco histórico

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El Ayuntamiento paga 600.000 euros anuales en mantener abierto el Mercado de Abastos del casco histórico. Un dinero necesario para mantener la seguridad y la limpieza del inmueble, pero que la concejalía de Comercio desea reducir al considerarlo excesivo. Una de las salidas que se barajan para reducir el impacto en las arcas municipales es aumentar la cuota de sesenta euros mensuales que pagan los placeros por hacer uso de un edifico municipal que, a juicio del concejal de Comercio, Raúl Capdevila, no funciona bien tanto por la infraestructura en sí como por su propia gestión.

El popular aseguró que aún no hay nada decidido con respecto a incrementar la cuota a los placeros. Ésta se encuentra regulada por una ordenanza municipal que data de principios de los ochenta y que Comercio podría modificar.

Por otro lado, continúa abierto el debate sobre el futuro del Mercado, cuya actividad comercial se ha venido desinflando con el paso de los años. Aunque en los último meses se han realizado varias obras de adecentamiento en los baños, o en la primera planta, el equipo de gobierno mantiene entre sus objetivos la remodelación de este equipamiento, contando con la opinión del colectivo de comerciantes de la propia plaza, Acodema, así como del resto de negocios del centro. En este sentido, la asociación Centro Comercial Abierto defiende que se produzca un cambio, pero ni las condiciones económicas del Ayuntamiento son las más óptimas, ni las posibles soluciones convencen demasiado.

En este sentido, el concejal de Comercio, Raúl Capdevila explicó que se están barajando dos opciones. Una de ellas es la reforma del edificio actual, para lo que sería necesario reubicar a los placeros durante el tiempo que abarquen las obras. Esta posibilidad, de momento, está descartada ya que no existe ningún emplazamiento cercano a la Placilla donde instalar una carpa u otra infraestructura que permita a los comerciantes seguir vendiendo.

Negocios colaterales

Cabe destacar que alrededor de la plaza portuense funcionan muchos negocios -panaderías, carnicerías, fruterías...- que se verían bastante perjudicados en cuanto a la reducción de afluencia de clientes en el caso de que se alejaran en exceso los puestos de pescado, que son mayoritariamente los que ocupan los puestos de la Plaza.

La segunda opción que se baraja en la concejalía de Comercio pasa por la recolocación del Mercado, es decir, llevárselo a otro sitio y remodelar el edificio tradicional para que acoja otro tipo de equipamiento comercial. Pero este supuesto tampoco es fácil, ya que se topa con el mismo problema de ausencia de inmuebles donde albergar la Plaza. Varias veces ha salido el nombre de la bodega de Cuesta, propiedad de Caballero, como sitio ideal. Pero para que este inmueble pase a manos del Ayuntamiento es necesario realizar una operación de compensación de suelos en el marco del Plan Especial de Protección del Casco Histórico, que aún no ha sido aprobado. En esta coyuntura, con las dos opciones en el dique seco, el concejal popular reconoció que se encuentran en un «punto muerto». «Pero eso no quiere decir que no estemos trabajando en ello. Estamos contactando con las empresas -a nivel nacional- más especializadas en la remodelación de mercados de abastos tradicionales. Y tenemos claro que se trata de un asunto muy delicado y que por ello requiere el máximo consenso con todas las partes implicadas. No se hará nada sin contar con la opinión de Acodema ni del resto de pequeños empresarios del casco histórico».