Su majestad el libro

No comprendo qué ocurre desde hace años con el libro. Una vez jubilada como catedrática de Universidad, y haciendo balance, intento vender mi patrimonio bibliográfico y ningún librero de libros usados lo compra. Lo ofrezco en donación a universidades latinas y ni siquiera me contestan, pruebo a ver si alguna institución solidaria los quiere y ni me responden.

Paradójicamente el libro, del cual se hablan maravillas, es un objeto despreciado e infravalorado. Bibliotecas públicas, ni hablar de recibir donaciones, lo mismo las privadas. Por internet, una odisea. Incluso el otro día un librero, a gritos, me espetó: «¿Libros de educación y pedagogía? No quiero ni oír hablar de ellos». ¿Algún sociólogo puede ayudarme a entender este curioso fenómeno? ¿La educación es tan importante como predicamos?