Los gestores y el dinero
Millones de euros como premio a su incompetencia y al servilismo ante el poder político de turno
Actualizado: GuardarAumenta el paro de manera sangrante y mientras casi cien mil españoles pierden su trabajo en septiembre vemos como menos de cinco consejeros de un ente denominado Novacaixagalicia se llevan calentitos 23 millones de euros en pago a su incompetencia cum laude. El Estado español, es decir, el dinero de todos los españoles, incluidos los más de cuatro millones de parados, acudió al rescate de la nefasta caja de ahorros con nada menos que 2.500 millones de euros. Nos dicen que era mejor eso que dejar caer unas cajas gestionadas de forma nefasta, cuando estaban separadas y cuando se fusionaron, que habían vivido en la opulencia y el derroche, que habían abierto sedes por toda España, ofreciendo duros a peseta, y que habían estado al servicio de los políticos que gobiernan Galicia.
En diagonal a Galicia, tenemos la Caja del Mediterráneo CAM, que copia y aumenta el modelo de nefasta gestión, de corrupción sin límite, de manipulación del Gobierno de Camps –que ordenaba al anterior presidente de la entidad dónde, cómo y a quién tenía que dar dinero–, y que ahora, en medio del caos por ellos creado y del paro, le da a la anterior presidenta, María Dolores Amorós, una pensión de por vida de 370.000 euros anuales. Esa misma caja que no tuvo empacho en desahuciar a una familia que no tenía para pagar la hipoteca y que vio como la Policía les sacaba de su casa y les mandaba a la calle en cumplimiento de la orden judicial. Resulta imposible no estar indignado ante este panorama, ante estos ejecutivos encorbatados y prepotentes, que gestionan de manera nefasta, que se llevan millones de euros como premio a su incompetencia y al servilismo ante el poder político de turno. Beneficios privados, saqueo de lo público, corrupción entre políticos autonómicos y gestores sin escrúpulos que dormirán tranquilos en medio del expolio.
Nos cuenta el CIS que el 59% de las familias españolas vive con 1.200 euros o menos al mes. Tenemos a universitarios sobradamente preparados que trabajan con sueldos de becarios y deben recurrir, pasados los 25 y cumplidos los 30 años, a sus padres para poder comer, vestir y vivir.
Las medidas draconianas que se vienen aplicando no parece que estén dando el resultado previsto y hay quien dice que a base de tanta austeridad acabaremos matando las posibilidades de recuperación.
Hay quien sostiene que un minuto después de que se haga el recuento electoral el 20 de noviembre empezará la recuperación económica por doquier, hasta alcanzar los cuatro millones y medio de puestos de trabajo en cuatro años. Esta promesa, que nos encantaría creer, resulta imposible de poner en práctica, habida cuenta del peso pesado de la crisis y de la dimensión oceánica de la misma.