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Deportes/Baloncesto

La competición cautelosa

El cierre de la NBA solo provoca 'trasvases' aislados en unos clubes que miran más al mercado interno

IOSU MURO
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La Liga Endesa ha tomado la cautela por bandera. En una coyuntura que podría llevar a experimentos de diversa factura, la mayoría de los clubes ha optado por apostar sobre seguro en sus refuerzos de pretemporada. ¿Ataque de madurez o es que la crisis aprieta sin piedad? Tal vez una mezcla de ambos factores, aunque también subyace el convencimiento de que el cierre patronal de la NBA no será definitivo para toda la temporada. El sentir general es que cuando se acerque el invierno habrá un acuerdo de mínimos que alumbre un campeonato en formato reducido con el que salvar balances económicos. En todo caso, la Liga Endesa podrá presumir otra vez de ser un torneo rutilante. Hasta 50 jugadores que en verano disputaron con sus selecciones los compromisos internacionales se alinean en los 18 equipos del campeonato. Una garantía de espectáculo, en principio.

La lectura de lo anterior lleva a una conclusión. Los clubes ACB tienen suficiente con su mercado conocido para ofrecer un campeonato con muchos puntos de interés. De hecho, un somero análisis a la política de refuerzos de los principales equipos apunta hacia la prudencia. En España no se registran -aún- casos como los de Kirilenko, Tony Parker, Ilyasova o Pekovic -¿y Kobe Bryant?- que sí militarán en equipos de sus países hasta el final del 'lock out', a riesgo luego de dejar a sus clubes a la intemperie.

Excepciones

Dentro de ese marco de contención, Caja Laboral y Real Madrid encarnan tal vez los casos más 'arriesgados'. El Baskonia ha reclutado de la NBA a Reggie Williams y Joey Dorsey, elementos que no recalarían en España si la campaña de la NBA discurriese con normalidad. Pero además, el club alavés ha recurrido a Kevin Seraphin con un contrato peculiar. Llega para toda la temporada, pero podrá irse cuando la competición norteamericana comience.

El Real Madrid vive un caso parecido con Rudy Fernández. El riesgo de su apuesta tampoco tiene un tinte deportivo -es un producto ACB que conoce la Liga perfectamente-, sino por estar unido a otro contrato con Dallas cuando se inicie la NBA. Y el Madrid no juega con un sustituto de Rudy. Si se va dejará un hueco en la plantilla, tal vez muy significativo, en función de la jerarquía que adquiera en el colectivo 'merengue'. Los otros dos fichajes blancos miran al mercado local o europeo. No hay grandes riesgos en la contratación de Jaycee Carroll, que ya exhibió su poderosa muñeca en el Gran Canaria, o Martinas Pocius, procedente del Zalgiris.

A partir de aquí, más conservadurismo en materia de fichajes. El Barcelona, que debido a su presupuesto uno imagina que podría fichar hasta en la Luna, se ha dedicado a perfeccionar una plantilla consolidada con gente conocida. Nada de nombres cinco estrellas, y sí jugadores como Chuck Eidson, polivalente y trabajador; Marcelinho Huertas, otra apuesta sobre seguro para cubrir la marcha de Ricky Rubio; y el ex del Gran Canaria CJ Wallace -con pasaporte congoleño, eso sí que es una pirueta-, quien suplirá a Morris.

Más ejemplos. Roger Grimau, Raúl López y D'Or Fischer. Además de ser los fichajes del Bizkaia Bilbao Basket para buscar una nueva final de la Liga, los tres tienen una trayectoria conocida en el campeonato de la ACB. Veteranía y nada de ensayos NBA. La mirada centrípeta de los directores deportivos se extiende a casi todos los clubes. Las excepciones llegan con gente joven, como Milenko Tepic, procedente del Panathinaikos y que probará fortuna en el Cajasol. Una categoría donde pueden entrar Kyle Singler, 'MVP' de la NCAA que recala en el Alicante de Txus Vidorreta, o el base brasileño Raúl Neto, en el Lagun Aro.