Colombia clama por la liberación de una niña secuestrada
Actualizado:El secuestro de una niña de 10 años ha movilizado a los colombianos y a UNICEF, y hasta el papa Benedicto XVI ha pedido su liberación. Durane las movilizaciones se exige la liberación inmediata de Nohora Muñoz Gutiérrez, hija de Jorge Enrique Muñoz, alcalde de Fortul, un municipio del departamento de Arauca.
La menor fue secuestrada el jueves pasado cuando iba al colegio. Su padre dijo ayer que ya saben quiénes son los secuestradores y que les han asegurado que la menor «se encuentra bien» y «en lugar seguro».
El edil señaló que no podía informar sobre la identidad de los autores por razones de seguridad, pero que sabía que «a la niña la están tratando bien. Está en buenas condiciones y en un sitio seguro. Ella ha logrado ver por televisión las intervenciones que hicimos el sábado».
«Tu mamita y yo estamos bien, en la casa esperándote, rezando por ti. No te alteres, contrólate. Tú eres una niña fuerte. Pide a Dios, porque él te va a proteger y te va a cuidar. Ellos te van a dar la libertad y no te van a hacer daño», dijo Jorge Enrique Muñoz.
El presidente Juan Manuel Santos calificó el hecho de «crimen abominable» y «de lesa humanidad», y advirtió de que a «esos bandidos -porque llevarse una niña es un acto de cobardía- los vamos a perseguir allá donde estén y vamos a recuperar a esa niña a como dé lugar».
«No ha sido la guerrilla»
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han negado su vinculación con el secuestro. La exsenadora Piedad Córdoba, medidadora habitual ante estos grupos, rechazó igualmente esa posibilidad: «Me enteré del secuestro de la niña por las noticias. Al parecer, no tiene que ver con la guerrilla», declaró al diario 'Tiempo'.
Al menos 2.000 efectivos del Ejército patrullan la región del Arauca, fronteriza con Venezuela, para evitar que los delincuentes puedan refugiarse en el país vecino. Las autoridades piden prudencia para no generar falsas expectativas.
La madre y la hija fueron obligadas a subirse a un taxi cuando iban a la escuela. A las afueras del pueblo obligaron a la madre a bajarse y la dejaron sola en una zona selvática. Según Muñoz, ni él ni su familia habían recibido amenazas.