El hastío de la plantilla de ayuda a domicilio recrudece las protestas

La situación de la plantilla de la ayuda a domicilio gestionada por la concesionaria Acasa no mejora, y las empleadas de este poco agradecido servicio miran con envidia cómo otros colectivos empiezan a cobrar -es el caso de los trabajadores de Urbanos Amarillos- mientras en su caso no hay noticias de cuándo llegará el dinero para las dos mensualidades que se les adeuda.

El desánimo empieza a hacer mella, tal como confirmó ayer la presidenta del comité de empresa, Encarni Barrios, «porque son ya años en esta situación tan angustiosa». Sin embargo, y a pesar de o precisamente por ese hastío, las trabajadoras de Acasa no tiran la toalla ni van a rebajar el nivel de sus movilizaciones.

Así, no solo advirtieron ayer de que se están empezando a plantear la posibilidad de iniciar una huelga de su servicio para exigir el pago de las nóminas, sino que ayer por la tarde volvieron a irrumpir en el Ayuntamiento con la intención de encerrarse dentro.

Fue poco alrededor de las 18.30 horas cuando varias decenas de empleadas de este servicio, portando carteles carteles con los lemas «Alcaldesa paga ya» y «No más mentiras» entraron en el vestíbulo de la Casa Consistorial que estaba vigilada por varios agentes de la Policía Local, y trataron de avanzar hasta acceder al patio central del Ayuntamiento.

Finalmente, tras una sonora protesta y tras la negociación con los dos agentes, las manifestantes abandonaron las instalaciones municipales donde hoy, como el resto de días, seguirán concentrándose para seguir reclamando sus salarios de los meses de agosto y de septiembre y que se ponga fin a «una situación completamente insostenible para nuestras familias».

Precisamente ayer en la concentración que mantuvieron a las puertas del Consistorio las trabajadoras de Acasa les acompañó un usuario de este servicio que puso de relieve la importante labor que realizan y que instó a «movilizarnos junto a ellas».