FALTAN LAS GANAS

Al fin una vuelta gaditana para pasar por uno de los pisos de alquiler más cucos que he visto hasta ahora. Un estilo entre la casa gaditana de techos altos y vigas vistas y la parisina, de reducidas dimensiones y acceso al dormitorio desde el salón, y por supuesto decoración con artículos de las rebajas del 'Zara Home'.

La velada estuvo adornada de vino, cerveza y refresco 'light', contándonos los anfitriones los increíbles espacios que existen por nuestro centro gaditano, zulos que los correspondientes dueños piden por ellos cantidades que no bajan de los 520 euros al mes. Vamos, una barbaridad. Pero lo increíble fue la afirmación que hicieron luego: «Eso de que no hay trabajo en Cádiz es mentira. Nosotros repartimos curriculums, mostramos interés y a los cinco días ya teníamos trabajo, en la hostelería, sí, pero teníamos trabajo». Eso son ganas, sí señor. Recuerdo cuando una de mis hermanas que trabaja en la hostelería me presenta uno de los curriculums que estos amigos entregaron (sin saber nada), y al ver la presentación, las palabras y luego la foto dije que no me extrañaba.

La creatividad y las ganas deben estar presentes a todas horas. Creatividad en Cádiz hay de sobra, pero parece que se emplea para otras cosas. Necesitamos una decisión, un objetivo a alcanzar para el desarrollo de la ciudad. Y no es una panacea. Trabajo hay para los que quieren de verdad emplear su tiempo, gente normal y sin predisposición al peloteo. Preparada eso sí, porque también hay cada historia donde demuestra claramente que el sentido común es el menos común de los sentidos.