Grecia ruega ayuda a la zona euro tras confesarse incapaz de más recortes
Defiende ante sus socios que empieza a equilibrar las cuentas pese a que volverá a incumplir el déficit
LUXEMBURGO.Actualizado:Grecia dejó ayer en manos de la zona euro su supervivencia financiera. Tras admitir el domingo que no podrá cumplir con el objetivo de déficit acordado con sus socios, el Gobierno heleno anunció que da por cerrado el capítulo de los recortes. Atenas, que pronostica para 2012 cifras positivas en sus finanzas, se confesó incapaz de seguir accionando la tijera a las puertas de su cuarto año consecutivo en recesión. Los miembros de la moneda única deberán decidir si se apiadan del país y aprueban la entrega del cheque de 8.000 millones que evitará su bancarrota.
El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, se presentó bien pertrechado en la reunión mensual del Eurogrupo celebrada en Luxemburgo. Apenas unas horas antes, su Gobierno había reconocido públicamente que no llegará al techo de déficit del 7,6%. Esta afirmación supone todo un desafío a los socios del euro y especialmente a Alemania, que supedita la entrega de cualquier ayuda a la reducción fiscal. Atenas, además, se quedará lejos del límite fijado y cerrará 2011 con un desfase en sus cuentas del 8,5%.
En un comunicado distribuido antes de comenzar el Eurogrupo, el combativo ministro subrayó que su país «ha tomado todas las medidas difíciles y necesarias para cumplir las obligaciones contraídas». Incluso, pronosticó que en 2012 alcanzarán por primera vez «en muchos años» un superávit primario. Es decir, que si a Atenas se le descontaran los pagos de deuda, sus cuentas abandonarían los números rojos. Según sus cálculos, los ingresos superarían a los gastos en 3.200 millones.
Venizelos remarcó que su país está preparado para «ofrecer resultados» tras dos años de recortes. Rogó un margen de confianza a sus socios e insistió en que no pueden convertirse en el «chivo expiatorio» de la crisis. «Tenemos el potencial y la habilidad para salir adelante pese a la profunda recesión que arrastramos», proclamó antes de recordar que su PIB ha caído un 12% en los últimos tres años.
El ministro heleno volvió a angustiar ayer a los mercados. Las bolsas del continente se tambalearon después de que el Ejecutivo heleno presentara el proyecto de presupuestos para 2012. El documento pronostica un batacazo en el PIB del 2,5%, el cuarto consecutivo. Este es el argumento que utiliza Atenas para justificar su incapacidad para cumplir con el techo de déficit. La deuda proseguirá su escalada hasta los 381.000 millones, el montante más elevado de toda Europa. El paro también se resentirá y rebasará ampliamente el 16%.
Sin decisión
Los miembros de la zona euro debatieron la situación helena. La mayoría no quisieron adelantar si aflojarán la presión y desbloquearán la ayuda de 8.000 millones a Atenas. Esta decisión se tomará en una cita extraordinaria del Eurogrupo que se celebrará la próxima semana una vez que la troika formada por la Comisión, el BCE y el FMI concluya su análisis de las cuentas helenas. El veredicto llegará apenas unos días antes de que el Gobierno mediterráneo se quede sin dinero en sus arcas para pagar sueldos y pensiones.
El comisario de Economía, Olli Rehn, sugirió que los socios podrían ablandar su postura y dar vía libre a la ayuda pese a los incumplimientos. «Grecia ha tomado importantes decisiones en las últimas semanas», remarcó en referencia al ERE para 30.000 funcionarios y a los recortes en las pensiones.
La ministra de Economía, Elena Salgado, respetó la línea marcada por la mayoría de sus colegas y dejó en manos de la troika la decisión final sobre la ayuda. La vicepresidenta, sin embargo, sí que se expresó con nitidez sobre el rumbo que debe mantener España para zafarse de la presión de los mercados. «Para nosotros, la consolidación fiscal es una prioridad», remarcó en referencia a las palabras de Alfredo Pérez Rubalcaba, que el domingo sugirió que España se podría estar pasando con «la dosis de ahorro».