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Un hombre camina frente a una oficina del banco Dexia. / Reuters
crisis financiera

Salgado descarta que Dexia contagie a la banca española

Admite, sin embargo, que el problema de la entidad financiera tendrá, "como todo en Europa, tiene efectos en todos los países"

EFE
LUXEMBURGOActualizado:

España ha defendido hoy la salud de su banca yha descartado el riesgo de contagio por la delicada situación del banco francobelga Dexia, que se encuentra al borde del rescate después de sufrir rebajas en su calificación y su desplome en bolsa. La vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, ha afirmado hoy que los bancos españoles no están tan expuestos a la deuda griega como otras entidades europeas: "hay muchos bancos que están sometidos a presión, particularmente los que tienen en sus balances deuda griega, pero no es el caso de bancos españoles".

Salgado ha admitido que el problema de Dexia "como todo en Europa, tiene efectos en todos los países" y por eso ha defendido la recapitalización de la banca, aunque ha recalcado que ese es un proceso que España ya ha llevado a cabo en varias entidades. "Que los bancos tengan más capital es una buena idea, por eso hemos recapitalizado nuestro sistema bancario", ha indicado al término de un inesperadamente extenso Ecofin en Luxemburgo. "Si hay algunos bancos que puedan estar sufriendo tensiones que son precisamente asociadas a crisis de la deuda, lo que hay que hacer es cortar esa ligazón entre crisis de la deuda y los balances", ha añadido.

Revuelo en la reunión

La posible intervención de Dexia ha causado un verdadero revuelo en las reuniones del Eurogrupo y Ecofin en Luxemburgo porque este banco había sido uno de los que mejor calificación obtuvo en las pruebas de solvencia europeas de julio, lo que refuerza las dudas sobre su credibilidad en un momento en el que no sobra confianza en los mercados.

La exposición a la deuda griega -Dexia atesora 3.462 millones de euros en bonos helenos- es precisamente lo que ha precipitado la caída en picado de la entidad que, sólo un mes después de pasar el examen europeo, ya anunció las pérdidas más elevadas de su historia, por unos 4.000 millones de euros.

Sólo ocho entidades -cinco españolas, dos griegas y una austríaca- suspendieron las pruebas de resistencia de julio de las 90 que se sometieron a ese examen, aunque se recomendó reforzar su capital a otras 16, siete de ellas españolas, ya que sus ratios de capital superaban por poco el mínimo exigido del 5% en el peor de los tres escenarios que contemplaban las pruebas para 2012.

Salgado también ha admitido hoy la debilidad de los "test de estrés" que no llegaron a valorar la deuda soberana que había en los balances y ha dicho que se trata de una carencia que debería solucionarse en el futuro. El comisario europeo del Mercado Interior, Michel Barnier, por su parte, ha afirmado también hoy que la situación actual en los mercados financieros demuestra que "un nivel adecuado de recapitalización es necesario".

El comisario ha recalcado que Europa ha mejorado año tras año las pruebas de resistencia, haciéndolas más duras para la banca, pero ha admitido que "la situación ha empeorado desde entonces".