El Ibex se tiñe de rojo por el miedo a la quiebra griega

Grecia o, mejor dicho, el tiempo que está tardando Europa en resolver la crisis griega está deteriorando tanto a los bancos, que ya ha comenzado la recapitalización del sector financiero, con el inminente rescate de Dexia. Deutsche Bank, por su parte, ha anunciado una revisión a la baja de sus pronósticos de beneficio para este ejercicio, también como consecuencia de la crisis de la deuda europea. Mientras tanto, el Eurogrupo no ha avanzado en nada respecto a Grecia, retrasando a noviembre la liberación del último tramo del primer rescate por valor de 8.000 millones de euros.

"Demasiado tiempo", dice José Luis Martínez Campuzano, de Citi. Daniel Pingarrón, de IG Markets, cree que, finalmente, se desbloqueará el rescate, porque Grecia cumplirá con las exigencias de sus socios. Y respecto al segundo rescate este analista considera que se está tardando tanto en aprobar porque se quiere evitar a toda costa que la quita sea muy elevada. De otro modo, será un desastre por el efecto contagio que supondría. Al menos, se ha solucionado uno de los escollos: Finlandia obtuvo su colateral en los préstamos a Grecia y el resto de los países que son o puedan ser ayudados. Pero los mercados están muy nerviosos. Por Grecia, pero también por los preocupantes informes que se suceden sobre el riesgo de recaída en recesión. Ayer los responsables fueron Standard & Poor's y Goldman Sachs. En España, además, el dato de desempleo ha sido muy malo.

Los indicadores financieros menos visibles, como los que miden la aversión de los bancos a prestarse, siguen deteriorándose: por ejemplo, los depósitos que realizan las entidades en el Banco Central Europeo han subido hasta su nivel más alto desde julio de 2010. Y algo similar ocurre con los intereses que deben pagar los bancos para financiarse en dólares a un plazo de tres meses: ha alcanzado máximos desde agosto de 2010.

Como consecuencia de ello, los índices de renta variable han comenzado la sesión con fuertes descensos. Los datos macroeconómicos publicados en Estados Unidos no ayudaron mucho, dado que los pedidos de fábrica cayeron un 0,2% en agosto, cuando se esperaba que se mantuvieran estables respecto al mes anterior.

En esto ha llegado el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, quien, en una declaración ante el comité de economía del Congreso, ha afirmado que la autoridad monetaria estadounidense está preparada para actuar y ayudar a la economía con más estímulos. El mercado sí se fía de Bernanke y, por eso, reaccionaron a sus buenas palabras.

El Ibex-35 ha marcado mínimos de la sesión coincidiendo con la publicación del dato de pedidos industriales de Estados Unidos en los 8.066 puntos. Pero, a partir de ahí el índice ha rebotado, para dar un último cambio en los 8.225,40 puntos, lo que supone un recorte del 1,54%. El selectivo español ha sido el mejor de Europa. El Ftse 100 británico ha perdido un 2,58%, el Cac 40 francés, un 2,61%, el Dax alemán, casi un 3%, y el Ftse Mib de Milán, un 2,72%.

En Estados Unidos

En Estados Unidos, el S&P 500 perdía en la apertura el nivel de los 1.090 puntos, lo que anuncia la entrada en un mercado bajista.

Pero también ha reaccionado con las palabras de Bernanke. Y más perceptible todavía fue en el caso del euro: hasta que habló el presidente de la Fed se ha estado moviendo en el entorno de 1,315 unidades, después ha subido hasta 1,326 unidades, ante la expectativa de que antes o después pondrá más dólares sobre la mesa. Con ello, además, el precio de la onza de oro se ha dado la vuelta y ha caido hasta los 1.621 dólares frente a los máximos de la sesión situados en los 1.675 dólares. El barril de Brent, de referencia en Europa, que había perdido los 100 dólares, llegaba al término de la sesión cotizando por encima de los 101 dólares, mientras que el barril de West Texas sí cotizaba a la baja, hasta los 75,56 dólares.

Si los mercados reaccionan a Bernanke, no lo hacen a su homólogo europeo, Jean-Claude Trichet, en su despedida ante el Parlamento. Trichet se ha mostrado convencido de que la inflación se moderará en el futuro: podría estar por debajo del 2% el próximo año, pero también que el crecimiento se modera en la segunda parte del año. Además, animó a los Gobiernos comunitarios a caminar hacia una unión política.

Las primas de riesgo se han ampliado ligeramente: la de la deuda española, hasta el 3,37% desde el 3,3% de la sesión anterior; mientras que la de la deuda italiana se acercaba al 3,77%.

En el Eurostoxx 50, los peores valores se repartieron entre valores cíclicos y financieros. Volkswagen fue el que más bajó, con un recorte de algo más de un 7%, seguido de Axa, Nokia e Intesa SanPaolo, con descensos de más de un 6%, mientras que Daimler, Saint Gobain y BNP Paribas retrocedieron más de un 5%.

Los datos

En el selectivo español, Sacyr Vallehermoso fue el valor que más cayó, con un recorte del 6,94%. A continuación, Abengoa, que perdió un 5,74%, después del anuncio de la entrada de First Reserve en su capital con 300 millones de euros. Gamesa, Ferrovial y Acciona también perdieron más de un 5%. Técnicas Reunidas, por su parte, cedió un 4,74%. Otros valores ciclicos se colocaron entre los valores más castigados de la sesión, como ACS, Amadeus, IAG o ArcelorMittal.

Entre los bancos españoles, el que más cayó fue Bankinter, con un descenso del 3,05%, seguido de CaixaBank, que perdió un 2,78%.

Sabadell y Bankia retrocedieron un 1,64%, mientras que Santander y BBVA perdieron un 1,53% y un 1,06%, respectivamente. El resto de los grandes del Ibex tampoco se situaron entre los que más bajaron: Iberdrola perdió un 0,82%; Repsol, un 0,67%; y Telefónica, medio punto porcentual.

En positivo sólo terminaron tres valores: FCC, que subió un 2,77%, Mapfre, que ganó un 1,89%, y el Popular, que se apuntó un 0,35%.

Fuera del Ibex, Dermoestética y Cementos Portland fueron las compañías que más cayeron: retrocedieron más de un 7%. En el otro lado de la tabla, el mejor valor fue Cleop, con una revalorización del 9,49%.