Hasta que la gasolina le duró a Capi

El experimento le salió bien a Juan Merino, aunque a medias por lo mal que lo pasaron en el tramo final del partido. El cambio de sistema funcionó, dio los resultados esperados en Chapín y no ya solo por la victoria del equipo, sino porque la apuesta en la medular por hombres como Capi, Rueda y, la sorpresa de de la noche, Bruno Herrero funcionó a la perfección. Desde el primer minuto de juego el cambio se notó. El Xerez presionaba bien la salida del Girona, con un Capi muy activo, recuperando balones y dando mucho juego y oxígeno hacia las bandas. Se asoció con Rueda, que fue de menos a más con el paso de los minutos y el tándem funcionó.

Los dos futbolistas fueron el motor del equipo hasta que duró la gasolina a Capi y en el momento en el que Rueda se marchó del campo en el minuto 57. Pocos instantes después el Xerez tuvo momentos de desconcierto, sobre todo coincidiendo con el tanto del Girona y los fantasmas volvieron a aparecer. El de Camas dejó de tener movilidad, no manejaba el juego y el centro del campo se perdió. Rueda era el que daba sentido y criterio, mientras que Capi hacia el resto del trabajo.

Así si funcionó el nuevo sistema introducido por Juan Merino, pero cuando se estropeó el equipo lo llegó a pasar realmente mal. Teniendo en cuenta que el Girona estaba en inferioridad desde la primera mitad, esta circunstancia no se puede producir en muchas ocasiones si el equipo quiere acabar entre los seis primeros del campeonato.

En definitiva, Rueda y Capi, junto con Bruno Herrero bien en la medular, pero solo hasta que hubo gasolina y hasta el momento que Merino quitó a Rueda del campo. Después el equipo se desinfló.