Enmascarados. Varios enmasacarados exhibieron ayer carteles en favor de los presos de ETA durante el chupinazo de las fiestas de Villava (Navarra), Ayuntamiento gobernado por Bildu. :: J. DIGES / EFE
ESPAÑA

El Gobierno cree que ETA está en «un proceso de disolución imparable»

El PSOE ve el fin de EKIN como «un paso más» en el buen camino y el PP piensa que sólo es una estrategia electoral y le resta toda importancia

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno realizó ayer la afirmación más optimista y contundente desde que hace nueve meses ETA convirtió en «permanente» el alto el fuego anunciado en septiembre de 2010. El ministro del Interior, Antonio Camacho, aseguró ante la cúpula de la Policía Nacional, que celebraba en Madrid los actos de su festividad, que la banda terrorista ha entrado en «un proceso de disolución imparable».

El máximo responsable de la lucha antiterrorista pronunció estas palabras sólo unas horas después de que EKIN, la estructura clandestina de comisarios políticos que la banda utilizaba para controlar a la izquierda abertzale, anunciase su disolución y una semana después de que el colectivo de presos de la organización criminal suscribiese el acuerdo de Gernika, documento independentista que aboga por el final del terrorismo y el uso exclusivo de métodos políticos. Fuentes de Interior consideran que lo ocurrido apunta a que las organizaciones políticas de la izquierda abertzale afianzan su control sobre el movimiento y que una EKIN sin actividad ni capacidad de influencia desde hace más de un año por los sucesivos golpes policiales sobre la banda y sus comisarios políticos hizo oficial lo que ya era una realidad.

Antonio Camacho insistió en su discurso en que la derrota de ETA está «más cerca que nunca», porque «estamos recorriendo la etapa final de la banda, que ha empezado a asumir que nunca más podrá volver a condicionar con su barbarie la vida de este país». El ministro del Interior recordó a los agentes asesinados por la organización criminal y agradeció a la Policía y la Guardia Civil su «sacrificio» y su compromiso «admirable» para haber podido llegar a este punto, que cree que se verán recompensados con «el triunfo de la paz, la democracia y la libertad».

«Está derrotada»

Camacho fue el socialista que llegó más lejos en la valoración positiva de la disolución de EKIN. Tanto el portavoz del Gobierno, José Blanco, como el lehendakari, Patxi López, se limitaron a calificarlo como «un paso más» del mundo radical en el buen camino para el final del terrorismo, pero, al tiempo, recordaron que no es «el paso definitivo», que sería que la izquierda abertzale traslade a la banda la misma exigencia que le hacen todos los partidos democráticos, como es que anuncie ya su desaparición definitiva. Ese es el comunicado que «de verdad importa», dijeron.

López abogó porque todo el mundo asuma su responsabilidad, para que cada paso que se dé «se consolide y no tenga marcha atrás» y para que sea posible abrir «el ciclo de la convivencia, la paz y la libertad». Quien más se aproximó a la rotundidad de Camacho fue su homólogo vasco, Rodolfo Ares, que dijo que «es evidente que la ETA que conocíamos hace unos años está derrotada, no existe, pero hay que seguir trabajando para que desaparezca definitivamente».

La lectura que hizo de la noticia el PP fue muy diferente. Nadie de la dirección nacional, incluido su líder Mariano Rajoy, quiso valorar el comunicado de EKIN y un portavoz del partido en Euskadi, Antón Damboronea, el presidente en Vizcaya, se limitó a restar trascendencia a este hecho y a interpretarlo como una mera estrategia de la campaña electoral de la izquierda abertzale. «Nosotros lo que estamos es esperando hechos; aquí lo único que hay que constatar es que se disuelvan y entreguen las armas y los explosivos. Todo lo demás son palabras y nosotros queremos hechos», resumió.

El PNV, en términos parecidos al PSE, vio el anuncio de desaparición de EKIN como «un paso más en la buena dirección», pero, a través del parlamentario vasco Ricardo Gatzagaetxebarria, reclamó el decisivo, el que pase de «la tregua permanente a la definitiva». Una postura similar adoptó IU. El diputado Gaspar Llamazares dijo que el abandono de los comisarios políticos de la banda es un hecho «positivo e importante», porque «en la medida de que los núcleos duros se disuelvan habrá más papel para la política y la paz».