Higuaín aprovecha su momento
Con un Madrid discreto, dos goles del argentino, autor de un ‘hat-trick’, fueron suficientes para acabar con un Espanyol atrevido pero romo en ataque
Actualizado:Animado la tarde anterior por José Mourinho, Higuaín aprovechó la lesión de Benzema y la titularidad para reivindicarse de nuevo y demostrar que, por el momento, como reconoce el técnico portugués, “no es ningún drama” que el delantero francés esté de baja. El argentino, que ya cumplió ante el Rayo, aunque por el momento no ha respondido en los partidos verdaderamente trascendentales, como es el caso de la ‘Champions’, quiso demostrar que sirve para ser el ‘9’ del Madrid, y firmó un ‘hat-trick’ que refuerza su autoestima y fortalece la confianza de los blancos.
El Madrid jugó un partido discreto, pero dos goles de Higuaín en poco más de una hora fueron suficientes para acabar con un Espanyol atrevido pero romo en ataque. Tres de los cuatro goles fueron al contragolpe, el arma letal del Madrid, que no brilló pero volvió a ser muy efectivo y a beneficiarse de la falta de pegada del rival. Y José Mourinho tuvo también guiños para los españoles con los que no suele contar: Albiol, Arbeloa, Callejón y Granero. La tranquilidad ha vuelto a instalarse en el vestuario blanco.
Con Özil y Kaká otra vez juntos en el once, aunque sin destacar, y las únicas novedades en la defensa -obligadas por la lumbalgia de Carvalho- y en la punta de ataque -por la rotura de Benzema-, tuvo un buen arranque el Madrid y en poco más de un cuarto de hora dispuso de dos ocasiones y metió una. La primera fue el poste, de Cristiano, después un despeje del portero y, como era previsible, en un veloz y preciso contraataque, con Kaká, Cristiano e Higuaín como protagonistas, el argentino no perdonó. Pronto se les puso de cara el partido a los blancos, porque ya se sabe que cuando el rival no se encierra e intenta jugar y ser valiente, lo normal es que sea golpeado por la contra madridista.
Sin embargo, lejos de dominar, el Madrid perdió autoridad y consistencia y permitió demasiadas licencias al Espanyol, que en la recta final del primer tiempo acarició el empate. Lo evitó Casillas a un disparo envenenado de Sergio García, que con su movilidad complicó demasiado a una defensa liderada por Sergio Ramos, aunque con el sevillano no por la derecha del centro de la zaga, sino tirado a la izquierda. Salvo en esos últimos minutos de la primera mitad en los que hubo relajación visitante, vivió cómodo el Madrid, conteniendo en el centro al Espanyol, e intentando salir con velocidad, aunque apenas robó y le faltó acierto en el pase. Xabi Alonso y Lass también comenzaron a encontrarse solos porque con el marcador a favor, la línea de tres encabezada por Cristiano se alejó del doble pivote, y los blancos tuvieron problemas en la contención. Sin embargo, a pesar de que el Espanyol llegó demasiado, le faltó definir las que tuvo. La diferencia la suele marcar casi siempre el remate, y en eso, sin muchas ocasiones blancas, la que decidió fue la calidad del Madrid.
No fue capaz de controlar el equipo de Mourinho tampoco tras el descanso, y aunque jugó con fuego, nunca dio la impresión de que la victoria peligrase, porque el Espanyol tenía muchos problemas para combinar y la defensa blanca mantuvo en raya al ataque de los de Pochettino. El choque se abrió aún más, aunque desaparecieron las oportunidades, porque el Madrid, con total tranquilidad, estaba esperando su momento y los ‘periquitos’ ya no tenían tanta profundidad ni claridad como antes. Las combinaciones y la velocidad también se echaban muy en falta en el Real Madrid, pero bastó un pase al hueco de Arbeloa para que Higuaín fusilase con un derechazo cruzado. Ahí se acabó la incertidumbre, aunque el Madrid siguió dejando jugar y acercarse a Casillas a un adversario sin pegada. Incluso hubo un par de goles más sin merecerlo. En otra contra, Callejón, solo cinco minutos después de saltar al campo, aprovechó un centro de Cristiano, y pidió perdón por el tanto a su exequipo, que aún se llevó otro de parte del futbolista de la noche.