Cospedal promete que el 20-N será «el primer día del final de la crisis»
Los populares defienden los «ajustes» de sus presidentes autonómicos para salvar a sus territorios de la bancarrota
V ALENCIA.Actualizado:María Dolores de Cospedal puso ayer fecha a la llegada de los brotes verdes a la economía. «El 20 de noviembre será el primer día del final de la crisis», prometió triunfal la secretaria general del PP. Un órdago a la grande en esta precampaña de las elecciones generales centrada, hasta el momento, en el sombrío futuro que se cierne sobre el Estado del bienestar y los sacrificios que habrá que hacer para salvarlo. La secretaria general del PP matizó que con la apertura de las urnas no se acabará con la crisis de manera automática, pero aseguró sin vacilar que una victoria de Mariano Rajoy pondría en marcha de forma inmediata las reformas que el país necesita para retornar a la senda del crecimiento y la creación de empleo.
Cospedal ofreció, durante la inauguración del foro sobre emprendedores que su partido celebra en Valencia, un discurso con claro acento mitinero. Requirió a los ciudadanos para que no se dejen «engañar» por las acusaciones del PSOE sobre que los presidentes autonómicos del PP comienzan a «desguazar» el Estado del bienestar con unos recortes que también aplicaría Mariano Rajoy si llega a la Moncloa. La número dos del PP y presidenta de Castilla-La Mancha respondió como aludida -su Ejecutivo ha iniciado un ambicioso plan de austeridad- que las decisiones de los gobiernos regionales no son recortes, sino «ajustes» encaminados a intentar «salvar» a los servicios sociales de «la bancarrota» a la que estaban abocados, a su juicio, por el PSOE.
Eslogan reciclado
Y, por supuesto, recitó el mantra que el PP acuñó para los comicios municipales y autonómicos del 22 de mayo y que volverá a ser uno de los gritos de guerra de los populares en el 'sprint' final a la Moncloa: José Luis Rodríguez Zapatero (ahora añaden Alfredo Pérez Rubalcaba) es el responsable del mayor recorte social en la historia de España, con la congelación de las pensiones, la reducción de entre un 5% y un 10% del sueldo de los funcionarios y la supresión del cheque-bebé.
De las palabras de Cospedal se desprende que comparte con sus compañeros de dirección una fe ciega en el triunfo de Mariano Rajoy. No obstante, solicitó a los españoles que antes de decidir su voto reflexionen sobre qué opción política va a sacar al país de esta situación. «¿El partido que nos ha llevado a la peor crisis de la historia, es decir, el PSOE, o el que creó las condiciones para que se crearán casi cinco millones de empleos?», en alusión a los resultados logrados por los dos gobiernos de José María Aznar.
La número dos del PP, para afianzar su idea, planteó una especie de doble fórmula física: «El PP es a la creación de empleo lo mismo que el PSOE a la destrucción de empleo; el PP es a la protección social lo que el PSOE a recortes sociales y al despilfarro».
Cospedal incidió en la advertencia de que el país necesitará el «sacrificio de todos» para superar la crisis, aunque mantuvo la incógnita sobre cómo afectará a la economía real ese compromiso que, enfatizó, deberá acometerlo el conjunto de la sociedad. Eludió abordar los planes de Rajoy sobre el sueldo de los funcionarios, el impuesto de patrimonio y, sobre todo, si descongelará las pensiones en los Presupuestos Generales del Estado para 2012.
Durante su alocución hizo varias referencias a los planes de austeridad, a los que se resistió una y otra vez a llamar recortes. Justificó de manera subliminal estas medidas drásticas en que tanto su comunidad como Extremadura o Baleares -se olvidó de Valencia que, según el Ministerio de Economía, es una de la más endeudadas- son las que acumulan un mayor déficit, «todas ellas gobernadas hasta mayo por los socialistas». Al hilo de esta reflexión requirió al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero que diga «la verdad por una vez», que revise las previsiones de crecimiento de España y que, en cualquier caso, no cometa la deslealtad de querer convertir dichas previsiones en «carteles electorales».
Ana Mato, vicesecretaria de Organización del PP, que también participó en el foro popular, dejó claro que su formación quiere que la sombra de los cinco millones de parados acompañe a Alfredo Pérez Rubalcaba durante toda la campaña electoral. Pero Mato, además de corresponsabilizar al candidato socialista de la política económica de Zapatero, también lo situó como un hombre clave en el declive del Ejecutivo de Felipe González. Fue, vino a decir, muñidor de ambos ocasos.