Condena suave para los negociadores de ETA
La justicia gala sentencia a 21 años a los seis de los miembros quel diálogaron con el Gobierno en 2006 y 2007
PARÍS.Actualizado:La Justicia francesa se ha mostrado magnánima con los negociadores de ETA con el Gobierno en el marco de la anterior tregua. El Tribunal Correccional de París condenó ayer a penas que suman 21 años de prisión, ocho menos que la petición fiscal, a seis militantes del aparato político relacionados con las conversaciones mantenidas con emisarios de José Luis Rodríguez Zapatero en el período 2006-2007.
Las mayores condenas, de cinco años, recayeron en Jon Iurrebaso y Kepa Suárez, que fueron detenidos el 29 de marzo de 2007 en el oeste de Francia tras saltarse un control de Aduanas. Aitor Elizaran, presunto jefe del aparato político en el momento de su arresto en Bretaña en octubre de 2009, fue sentenciado a tres años.
Penas de dos años y seis meses fueron impuestas a Jon Salaberria e Igor Suberbiola, detenidos el 20 de mayo de 2008 en Burdeos junto a Xabier López Peña 'Thierry', el entonces presunto jefe político de ETA. Por último, Iratxe Sorzabal, supuesta dirigente huida, fue condenada a tres años y vio confirmada la orden de busca y captura dictada en su contra en este sumario por la jueza instructora Laurence Le Vert el pasado 27 de enero.
El tribunal, presidido por la jueza Jacqueline Rebeyrotte, prohibió a los seis procesados la estancia en Francia a título definitivo. También ordenó la confiscación de todos los objetos que les fueron intervenidos, entre ellos las actas internas del diálogo con el Gobierno conocidas como 'los papeles de Thierry'.
Los jueces no emitieron auto de prisión contra Iurrebaso, que desde hace un año se encuentra en libertad bajo control judicial por razones de salud. Su situación deberá ser examinada por un juez de aplicación de penas. En el juicio, celebrado hace un mes, Iurrebaso confirmó sus declaraciones sumariales en las que aseguró que formaba parte de la delegación oficial de ETA en la 'mesa de negociaciones'. También manifestó a Le Vert que había recibido la garantía de libre circulación por Francia y España con el compromiso de liberación inmediata en caso de detención fortuita, avalado por Madrid con el acuerdo de París. A modo de salvoconducto, llevaba anotados dos números telefónicos de las direcciones generales de la Policía de ambos países.
En un discurso, asumido por los otros cuatro ocupantes del banquillo, Iurrebaso advirtió que «nadie entienda la resolución del conflicto político como el fin de ETA». En la vista oral, Rewbeyrotte leyó los nombres de cinco diplomáticos noruegos y suizos que supuestamente actuaron de intermediarios.