Quiero ser como Elvis

El 21 de diciembre de 1970, Elvis Presley se plantó sin cita previa ante Richard Nixon en la Casa Blanca. En el encuentro expresó al mandatario su patriotismo y su desprecio hacia la cultura hippie y el daño que esto le podía hacer a la juventud americana. Le pidió que le convirtiera en sheriff con placa y pistola. Así veía reconocidos , sus esfuerzos por la patria. Siempre quiso ser un agente del orden. Cuentan que Nixon, incómodo con la visita sorpresa de 'El Rey', pensó que en efecto, Elvis podía enviar un mensaje positivo a los jóvenes, y de paso, él se aseguraba apoyos en medio de los escándalos que le perseguían. Presley, fue más lejos. Arremetió contra grupos y cantantes de la época, porque eran anti-estadounidenses. Se drogaban, y sus proclamas melódicas envenenaban el buen seso de quienes las escuchaban. Curiosamente, Elvis, acabó consumido por las drogas.

En el Xerez, ha ocurrido algo parecido. Cambien a Nixon por Millán. Borren lo de las drogas. Y en lugar de 'Elvis The Pelvis', un ciudadano que se acerca a las oficinas y solicita le acrediten como periodista sin serlo. A él y a un fotógrafo. Amparado supuestamente por un medio y con el único fin de ¿informar?a través de las redes sociales, en un blog o en una página web de creación propia. De esta manera los intereses xerecistas están a salvo, en contra de los que 'emborronan' páginas de periódicos o 'vilipendian' desde las ondas el buen nombre del Xerez. ¡Manda huevos! que diría el otro. Y esto con un puñado ingente de profesionales a punto de perder el pan de sus hijos y que cada fin de semana se tienen que buscar la vida para entrar a los campos de fútbol para hacer su trabajo. El departamento de prensa del Xerez encendió la luz de alarma. Lo mismo que el de Estado hizo con Nixon, pero entonces, como aquí ha pasado, el presidente dió luz verde... Y ¿todos contentos? Un poquito de por favor.