Las fuerzas rebeldes sitúan a Gadafi en un bastión tuareg
Esta tribu nómada habría dado refugio al coronel en la ciudad fronteriza de Ghadamis, donde los combates se han recrudecido
TRÍPOLI. Actualizado: GuardarDesde el inicio de la toma de Trípoli, los rumores y las cábalas sobre el paradero de Muamar Gadafi y sus hijos se han sucedido sin fin ni acierto. Ayer, sin embargo, el Consejo Nacional de Transición (CNT) libio informó con cierto fundamento de que el excoronel podría hallarse en la ciudad de Ghadamis, muy cerca de la frontera con Argelia y Túnez, bajo el abrigo de los tuaregs.
«Esta tribu le sigue apoyando», declaró a la agencia Reuters Hisham Buhagiar, el responsable militar encargado de coordinar las operaciones de búsqueda y captura del exdictador. Según su relato, Gadafi pudo haber huido de la capital a través de la localidad sureña de Sammu, y de allí trasladarse a Ghadamis gracias a la complicidad de la población local.
A excepción de los tuaregs, la mayoría de los pueblos sureños se han aliado contra el régimen depuesto. «Ha habido enfrentamientos entre las milicias tribales y grupos árabes residentes en la zona», explicó Buhagiar. Estas revelaciones han obligado a dar un «rumbo diferente» a la búsqueda de Gadafi.
Ghadamis es otro de los frentes que se resiste a caer en manos de los milicianos. El domingo, ocho combatientes murieron en sus inmediaciones a causa de un ataque lanzado desde el otro lado de la frontera con Argelia. Según el CNT, los atacantes eran miembros de esta tribu nómada reclutados en calidad de mercenarios. Los tuaregs han profesado lealtad al exdictador desde que les permitió asentarse en el sur del país en los años setenta.
Buhagiar también señaló que el hijo con más peso político de Gadafi, Saif el-Islam, podría encontrarse en Bani Walid, y otro hermano, Mutassem, en Sirte. Al parecer, ambos se están planteando salir de Libia, seguramente hacia Níger, ante el avance de las fuerzas rebeldes, que han cercado estas dos ciudades con el apoyo aéreo de la OTAN.
Éxodo civil
El asedio ha provocado, según denunciaron varias ONG, un auténtico éxodo de miles de civiles, y los que quedan se enfrentan a una grave crisis humana por la falta de alimentos y de agua potable. Los cortes de luz, además, son constantes, y la asistencia médica es muy precaria.
«Si la situación continúa durante algunos días o semanas, será catastrófico», alertó Mego Terzian, de Médicos Sin Fronteras.
Los facultativos denunciaron que el CNT les ha prohibido enviar medicamentos a Sirte, para acelerar la derrota de las tropas gadafistas y proclamarse victoriosos.