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Economia

La luz no subirá el 1 de octubre pero aumentará la deuda con las eléctricas

El déficit que, antes o después, tendrán que pagar los consumidores ya se acerca a los 22.000 millones

M. J. A.
MADRID.Actualizado:

El recibo de la luz no subirá el 1 de octubre para los 17 millones de consumidores domésticos en régimen de tarifa. En una clara decisión política, el Ministerio de Industria se ha decantado finalmente por la congelación del recibo de la luz, a pesar de que el precio de electricidad se incrementó hasta un 13% en la reciente subasta. Tomar esta decisión significa que la deuda contraída con las compañías eléctricas va a seguir aumentando, y en algún momento los consumidores tendrán que pagarla. El déficit acumulado ya está en torno a los 22.000 millones de euros, y en lo que va de año se ha superado en 500 millones el compromiso de controlarlo.

Los consumidores domésticos de electricidad ascienden a un total de 24 millones, pero 3 millones se han pasado al mercado liberalizado -son los que optan por contratar con la compañía que, a su juicio, les propone la mejor oferta- y unos 4 millones disfrutan del bono social, y tienen congeladas sus tarifas hasta 2013. El resto están viendo como cada trimestre se determina el precio que pagan por la luz mediante un sistema que presenta serias deficiencias. Desde enero, sufren un aumento acumulado próximo al 11%, a pesar de que el Ministerio de Industria ha jugado con los componentes de la tarifa para favorecer unas veces a los usuarios y otras al sector eléctrico.

Ahora toca congelación. Si el departamento que dirige Miguel Sebastián hubiera optado por aplicar a rajatabla el mecanismo de precios, la mayoría de los clientes tendrían que soportar una subida del recibo de la luz del 5,9%, difícil de digerir en momentos de crisis, cuando las familias ven mermados día a día sus ingresos, y nada conveniente de aplicar en vísperas electorales.

La 'patata caliente' tendrá que resolverla el próximo Gobierno, porque está prevista una actualización trimestral de los precios, lo que obliga a decidir nuevamente en vísperas del 1 de enero. En esta ocasión, y no es precisamente la primera, la intervención del Ministerio de Industria ha convertido en papel mojado un procedimiento que fija la evolución de la tarifa eléctrica tomando en cuenta dos factores: la parte regulada del sistema (que comprende desde las primas a las renovables a la compensación del déficit) y el precio de la energía. Ante el fuerte incremento de precios en la subasta de electricidad, el Gobierno ha optado por rebajar la parte regulada. La 'deuda' a compensar a las eléctricas seguirá creciendo.

La Comisión Nacional de la Energía no era partidaria, pero sus protestas se han diluido. Las eléctricas se han pronunciado alto y claro, y el presidente de la asociación que las agrupa (Unesa) ha dicho que la congelación «tergiversa la realidad», por lo que no descarta recurrirla. Para Eduardo Montes, «aumentar el déficit es claramente ilegal», en referencia al real decreto que fija unos topes a la deuda contraída, con el objetivo de enjugarla completamente en un par de años.

La OCU reconoce que la medida «supone dejar pendiente la subida para el futuro». Alimenta esta sospecha porque el déficit de tarifa sigue creciendo y no parece fácil sustraerse a una deuda reconocida.