Evo cede a la presión indígena
Para la construcción de la carretera que atraviesa una reserva hasta que el pueblo se pronuncie en un referéndum
Actualizado:El presidente de Bolivia, Evo Morales, cedió ayer ante la presión de los indígenas al anunciar la suspensión de la construcción de la carretera que atravesaría una rica reserva amazónica. Pero la medida no es definitiva. Morales llamó al pueblo a un «debate nacional» y convocó un referéndum para que los campesinos rechacen o den su visto bueno a esta obra de 400 millones de dólares (unos 300 millones de euros) financiada por Brasil con el fin de mejorar el tránsito de sus mercancías hacia los puertos del Pacífico.
El mandatario, sin embargo, fue contundente al calificar de «imperdonable» la carga policial que el domingo provocó la renuncia de la ministra de Defensa. «Queda suspendido el proyecto de carretera en el Parque del Territorio Indígena Isiboro Sécure (Tipnis) mientras los departamentos de Cochabamba y Beni -por los que debía pasar la obra- decidan sobre su continuidad», dijo el líder indígena la noche de ayer.
No obstante, justificó su postura anterior al señalar que el Gobierno aprobó la construcción «cumpliendo las normas y atendiendo las demandas» sociales. «Pensé que habíamos proyectado la construcción del camino en obediencia al pueblo; si eso no es suficiente, que el pueblo decida, y especialmente los dos departamentos», aseguró.
«Lamentamos, repudiamos, los excesos realizados» y añadió, durante una comparecencia televisada, que «no comparto, no compartimos, una violencia, un exceso, un abuso hacia los hermanos indígenas que estaban en la marcha».
Huelga general
Morales se refería al modo en que la Policía interrumpió con porras y gases lacrimógenos la marcha iniciada en agosto por un millar de residentes en el Tipnis, incluidos mujeres y niños, contra la autovía transamazónica. También exigió que quienes denunciaron la muerte de un niño den su nombre para disipar dudas sobre la veracidad de la acusación.
El presidente boliviano prometió la creación de una comisión de alto nivel conformada por organismos internacionales, el defensor del Pueblo e instituciones en defensa de los Derechos Humanos con el fin de abrir una «investigación profunda para dar con todos los agresores». De todas formas, este incidente confirma la ruptura entre los indígenas bolivianos que catapultaron al exlíder cocalero a la jefatura del Estado, pero que cada vez lo sienten más lejano y distante del proyecto de Gobierno que promovió.
El líder de la Confederación Indígena de Pueblos del Oriente Boliviano, Adolfo Chávez, advirtió que la represión es señal de que «el proceso de cambio se le está yendo de las manos». A su juicio, el «presidente está mal informado, aunque siempre lo estuvo» en la gestión de los asuntos públicos. Por lo pronto, una veintena de organizaciones sociales, cívicas y políticas de ocho regiones han anunciado movilizaciones contrarias a la carretera. La Central Obrera Boliviana, el principal sindicato boliviano, mantiene la huelga general convocada para hoy.