Un menor se atrinchera en su casa de San Fernando con una pistola cargada

Después de una hora y media atrincherado en su casa, al joven le empezó a flaquear el brazo. Apenas tenía fuerza, después de pasar tanto tiempo con la pistola en alto, amenazando a unos y a otros, mientras la Policía trataba por las buenas de convencerlo para que desistiera en su actitud. Pero no había manera. Un negociador se esforzaba porque el menor, de 17 años y vecino de San Fernando, solo se fijara en él, en sus ojos, que le mirara para intentar tranquilizarlo. Fue en ese momento, en un resquicio tras más de hora y media de negociación, cuando, en una pequeña distracción del adolescente, la Policía entró y le quitó el arma.

Esta historia, propia de una película de acción, tuvo lugar en San Fernando el pasado 21 de septiembre, cuando un menor se encerró en su vivienda, con sus padres, y armado con una pistola. La centralita del 091 se inundó de llamadas alertando de una reyerta en un domicilio de una barriada de San Fernando. Las informaciones dadas por los comunicantes relataban que una persona disponía de un arma de fuego, tipo pistola, con la que estaba amenazando de forma alterada a sus propios familiares y a toda persona que se cruzaba por su camino. Personadas las dotaciones policiales en el lugar, pudieron comprobar la veracidad de los hechos. El hijo de la pareja que residía en el domicilio tenía entre sus manos una pistola, aparentemente real, con la que encañonaba a todo aquel que tratara de poner orden en aquella situación.

Los funcionarios comprobaron que el estado emocional del joven era crítico, y amenazaba constantemente a los presentes con hacer uso de la pistola si penetraban en el domicilio. Ni los agentes se libraron de los improperios del joven, que muy alterado se hacía cada vez más fuerte en el interior de la casa sin ninguna pretensión de salir y menos aún de entregar el arma. La situación se complicó por momentos, al perdurar en su empeño el menor y seguir más de una hora en este estado.

A disposición de Fiscalía

Por tal motivo, La Policía activó el protocolo policial para estos casos: primero se creó un perímetro de seguridad en torno a la vivienda, y se tomaron las medidas de protección adecuada para evitar que hubiera heridos.

La situación duró aproximadamente hora y media, momento en que los Policías pertenecientes a la Brigada de Policía Judicial aprovecharon un momento de distracción del menor, provocado por un negociador, y accedieron al dormitorio del joven, lo redujeron y le incautaron la pistola, que resultó ser real y estaba «alimentada», es decir, estaba lista para disparar. El joven, menor de edad, fue detenido. Se le imputa delitos de tenencia ilegal de armas, amenazas y violencia domestica. Tras las diligencias instruidas que fueron remitidas al Fiscal de Menores, el detenido fue ingresado en un centro de reforma de menores.