«Carlos Moyá y yo, en casa competimos por todo»
Carolina Cerezuela, tras dos años de descanso, regresa a la televisión con ‘Tu cara me suena’, el nuevo programa que estrena en octubre Antena 3
Actualizado: GuardarCarolina Cerezuela (Elche, 1980) vuelve a la carga. Tras dos años de descanso, retirada de la pequeña pantalla, regresa en octubre a Antena 3 con ‘Tu cara me suena’. La actriz atraviesa un momento dulce en el terreno personal. El pasado mes de julio contrajo matrimonio con el extenista Carlos Moyá, su pareja desde el 2007. Además, la hija de ambos cumplió su primer año hace un mes. Madre, esposa y «eficiente ama de casa», cualidades que le han convertido en la imagen del nuevo detergente Ariel Líquido.
– ¿En casa quién suele poner las lavadoras, Carlos Moyá o usted?
– Normalmente las pongo yo. Algunas veces, él también pone una lavadora, pero vaya, las suelo poner yo.
– Además, imagino que habrán subido las lavadoras…
– Pues sí, y más ahora que mi hija ha cumplido el añito. Muchas lavadoras, la verdad. Ya se sabe la familia crece, el trabajo crece.
– ¿En qué papel se siente más cómodo, como madre, esposa, presentadora, actriz...?
– Me siento cómoda en todas las facetas. Mi trabajo me encanta, pero es verdad que el papel de madre es el que me vuelve loca y más me llena.
– El próximo proyecto televisivo ‘Tu cara me suena’. ¿Cómo lo afronta?
– Con muchas ganas. Se trata de algo nuevo, con un equipo maravilloso. La verdad es que me apetece mucho, porque nunca he hecho de jurado y me apetece valorar y trabajar desde un punto de vista distinto.
– Mónica Naranjo, Ángel Llácer, Carlos Latre y Manel Fuentes serán sus compañeros, ¿qué le parece?
– Fenomenal. Estoy convencida de que nos vamos a divertir mucho. Además que son todos muy gamberros, así que me toca poner ese punto de cordura que va a faltar en el programa.
– ¿Y no le da un poco de miedo tras dos años apartada del trabajo?
– No, no. Miedo no. Esto es como montar en bici, nunca se olvida. Además he ido haciendo cosas puntuales.
– ¿Ha echado de menos el trabajo, o se sentía saturada?
– ¡Necesitaba descansar! Quería volcarme en mi hija al 100% y mi trabajo me deja sin tiempo. Aún así me quitaba el mono con cosas puntuales. Sin embargo, cuando trabajaba dos días seguidos echaba de menos mi familia y la casa.
– ¿Y Carlos?, ¿tiene mono de tenis y alguna vez le reta a una pachanga con las raquetas?
– ¿Al tenis una pachanga contra él? Nunca. Sería una batalla perdida antes de empezar. Pero si es verdad que sigue teniendo un nivel competitivo muy alto, y en casa nos llevamos todo el día competiendo…
Rubia por trabajo
– ¿Por qué competís?
– En casa, por todo. Competimos en un juego de ordenador, al parchís, a ver quién es capaz de aparcar antes el coche, quién llega antes al jardín o sube primero las escaleras…
– ¿Y quién suele ganar?
– Está la cosa igualada, no te podría decir (risas).
– ¿Se le da a Carlos tan bien ser padre como jugar al tenis, o le devuelve la bola a la hora de cambiar los pañales?
– Se le da muy, pero que muy bien. Además que le encanta. Le encantan las labores domésticas y se lleva todo el día pendiente de la pequeña.
– En enero nos sorprendió de morena, pero ha vuelto al rubio, ¿cómo se siente mejor?
– Pues de las dos. Pero me puse de morena para que mi chico también pudiera disfrutar de una morena, que variara (risas). No, la verdad es que me apetecía un cambio tras la maternidad, pero por la profesión he tenido que volver al rubio.
– Un consejo para todas las madres y amas de casa…
– Pues en la época que estamos, que hay que economizar los gastos y ahorrar. Cada miembro de la familia tiene que poner su granito de arena y poner solo las lavadoras necesarias, sin derrochar.