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Los presos de ETA reclaman un «papel activo en el proceso»
Dos históricos reclusos estampan su firma en el acuerdo de Gernika y Bildu exige un diálogo «sin vencedores ni vencidos»
BILBAO. Actualizado: GuardarLos presos de la banda terrorista ETA escenificaron ayer su adhesión al llamado acuerdo de Gernika, el texto promovido hace un año por la izquierda abertzale para conseguir la paz en el País Vasco por medios exclusivamente políticos. El colectivo de reclusos quiso que dos de sus miembros históricos, Jon Agirre Agiriano y Gloria Rekarte, plasmasen su rúbrica en el documento y reivindicasen así «un papel activo» en un proceso de paz.
Los firmantes del acuerdo de Gernika consideran que tras el importante paso dado por los presos, el Gobierno debería reaccionar y comenzar a dialogar para conseguir un escenario de paz «sin vencedores ni vencidos». Todos ellos ponen como ejemplo el proceso de paz del Ulster y consideran que ese trabajo debería realizarse «en la cocina» para que los posibles cambios de gobierno no frenen el proceso. Aún así, no esperan que se den pasos en un escenario de «precampaña», pero confían en que el camino emprendido sea «irreversible».
En un discurso leído por Itziar Galardi -que cumplió 20 años de cárcel por el asesinato del subteniente de la Policía Nacional Leopoldo García Martín-, los presos justificaron su adhesión al acuerdo de Gernika porque apuesta por «llegar a un escenario en el que se respete la decisión del pueblo vasco». «Esta decisión demuestra nuestro compromiso frente a la ciudadanía», subrayó.
Para demostrar unidad ante la decisión tomada, junto a Agirre, Rekarte y Galardi subieron al escenario del teatro Lizeo de Gernika otros 25 antiguos reclusos etarras. Desde ese momento, el acto de ayer, prácticamente, se convirtió en un emotivo homenaje a los reclusos -'aurresku' de honor incluido- y el público les dedicó una calurosa ovación de casi cinco minutos de duración. Pese a la instantánea de ayer, entre un 10% y un 15% de los presos demostraron su disconformidad con lo firmado durante el periodo de consultas.
La elección de Agiriano como firmante del texto no fue realizada al azar. Es el segundo preso de ETA que más tiempo ha permanecido encarcelado (30 años) y estaba considerado como uno de los «tipos duros» del denominado colectivo de presos políticos vascos (EPPK).
Además, nunca ha mostrado su arrepentimiento de los tres asesinatos que cometió, entre ellos el de un niño de 13 años que falleció en la localidad guipuzcoana de Azpeitia.
Plan de acción
El plan de acción para el próximo año del acuerdo de Gernika -presentado también ayer- habla del abandono definitivo de la actividad armada de ETA, pero también reivindicaron la amnistía, el acercamiento de los presos a cárceles vascas, la abolición de la doctrina Parot, la paralización de los «juicios políticos, acosos o persecuciones» y «la reparación de todas las víctimas».
Entre los asistentes al acto estuvieron presentes los máximos dirigentes de la coalición independentista Bildu, sus nuevos socios de Aralar y los principales representantes sindicales nacionalistas. Además, también acudieron varios de los dirigentes de la antigua Batasuna como Jone Goirizelaia, Niko Moreno, Rufi Etxeberria o Tasio Erkizia.
Según sus firmantes, el acuerdo debe girar alrededor de cuatro ejes fundamentales: dar respuesta a todos los aspectos del conflicto, mantener un carácter democrático, que no suponga la derrota de nadie y que sea dialogado. Los representantes de la izquierda abertzale aprovecharon la ocasión para acusar al Gobierno de tratar de entorpecer y «boicotear» la firma del acuerdo.